Así se ha expresado el representante especial de EE.UU. para el compromiso con Siria, quien prometió realizar el plan si el gobierno de Al Assad no reescribe la Constitución.
Khalil Mazraawi / AFP
Síguenos en Facebook
EE.UU., con la ayuda de sus aliados de Europa, Asia y Oriente Medio, efectuará "una estrategia de aislamiento", incluidas sanciones, contra Siria, si su presidente, Bashar al Assad, no coopera en la reescritura de la Constitución siria como preludio para las elecciones, ha afirmado este viernes el representante especial de EE.UU. para el compromiso con Siria, James Jeffrey.
"Si el régimen hace eso, creemos que podemos ir tras él de la misma manera que lo hicimos con Irán antes del 2015: con sanciones internacionales realmente duras", ha precisado el diplomático, refiriéndose a las sanciones secundarias contra Teherán por su programa nuclear.
Asimismo, Jeffrey ha aseverado que ni siquiera el Consejo de Seguridad de la ONU podrá detener este plan de Washington. "Incluso si el Consejo de Seguridad de la ONU no las aprueba [las sanciones], lo haremos a través de la Unión Europea, lo haremos a través de nuestros aliados asiáticos", ha revelado.
"Y luego nos concentraremos en hacer la vida lo más miserable posible para ese cadáver del régimen", ha concluido.
Las autoridades sirias califican de ilegítima la presencia militar estadounidense en su territorio. Así lo declaróen septiembre de 2017, en una entrevista con RT, el ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid Muallem
A pesar de esa postura oficial de Damasco, el entonces secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, anunció el 17 de enero de 2018 que las fuerzas estadounidenses se mantendrían en territorio sirio y aseguró que no habrá lugar para el presidente Al Assad en el futuro de esa nación árabe
En el mismo discurso, Tillerson manifestó que EE.UU. y sus aliados no tienen intención de colaborar en la reconstrucción de las regiones controladas por el presidente Bashar al Assad e incluso urgió a otros países a ejercer presión económica sobre el Gobierno sirio
Desde el punto de vista de Moscú, la estrategia de EE.UU. en Siria tiene como objetivo la desintegración de ese país árabe.
El Ministerio de Defensa publicó las imágenes de los avanzados sistemas de defensa aérea S-300 que se entregaron a Siria después del derribo del Il-20 ruso en las costas del país levantino.
En el vídeo se puede apreciar que los sistemas fueron transportados en los aviones An-124 y se ve el proceso de su descarga. Previamente el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú informó que en total fueron entregadas 49 unidades de material militar.
Shoigú había anunciado el 24 de septiembre que Rusia iba a suministrar a Siria sistemas antiaéreos S-300, decisión que atribuyó al reciente derribo del avión de reconocimiento ruso Ilyushin Il-20 cerca de la costa siria, del que culpó a los pilotos de los cazas F-16 israelíes que estaban operando en la zona el 17 de septiembre.
La guerra en Siria, salvo cambio drástico del guion, terminará, pues solo queda por escribir una última página de la misma: Idlib. Una página que puede ser terrible y sangrienta, no hay que olvidarlo, aunque tanto la ONU como Rusia y Turquía están intentando evitarlo.
Idlib, situada al noroeste de Siria y muy próxima a Turquía, es el último reducto de lo que los medios de comunicación occidentales se empeñan en denominar "rebeldes". Idlib, con menos de 750.000 habitantes antes de 2011, concentra actualmente entre 2,5 y 3,3 millones de habitantes, de los que más de 1,2 millones son desplazados sirios que han huido del resto de las ciudades recuperadas por el Gobierno sirio (Alepo Oriental, Ghuta Oriental o Derá). Pero tras Idlib ya no queda nada, solo la frontera turca. Una frontera cerrada por un país que ya cuenta con más de tres millones y medios de refugiados y que ocupa parte de Siria con puestos avanzados.
Miembros del Frente Al Nusra (Al Qaeda) en Ariha, provincia de Idlib, 29 de mayo de 2015. / Khalil Ashawi / Reuters
El temor de UNICEF, compartido por rusos y turcos, se centra en las terribles consecuencias que un asalto siriopodría suponer: desde la muerte de miles de personas al desplazamiento de entre 250.000 y 750.000 personas, de las que hasta 350.000 serían niños. Sin duda, otro nuevo drama a añadir a un Planeta que ya cuenta con casi 70 millones de refugiados o desplazados. Un drama que difícilmente podría ser asumido por las organizaciones humanitarias, completamente desbordadas en la actualidad.
Un escenario enormemente complejo
Un ligero vistazo a lo que los medios de comunicación occidentales denominan "rebeldes" demuestra hasta qué punto el escenario es complejo. Charles Lister cartografía en 'War on the rocks' a estos de la siguiente manera:
Ejército Libre Sirio (ELS) apoyado por Turquía.
Grupos alineados con los 'Hermanos Musulmanes'.
Grupos salafistas extremos.
Al Qaeda.
Hayat Tharir al Sham, escisión de la facción de Al Qaeda en Siria que cuenta con relaciones con Turquía.
Células durmientes del Estado Islámico.
Casi nada... Unos 'rebeldes', por tanto, bastante heterogéneos que engrosan sus filas con lo que el asesor humanitario de la ONU para Siria, Jan Egeland, ha denominado "tipos malos". Unos 'tipos' que si son considerados 'malos' es porque derrumbaron las Torres Gemelas; generaron atentados terroristas en Paris, Barcelona, Berlín, Bruselas y cientos de ciudades sin ningún interés para Occidente; y recibieron o han recibido apoyo, de una forma u otra, desde cuantiosas cantidades de dinero hasta armas o apoyo militar, de Turquía, Israel, Qatar, Arabia Saudí o EEUU. Algunos de cuyos países, incluso, tienen o han tenido tropas en el país.
En este contexto se hace por completo imposible predecir el resultado final de la guerra de Siria y de Idlib más concretamente. Pues, aunque se supone que todo terminará a corto plazo, nadie puede descartar que Idlib termine convirtiéndose en una de tantas regiones del mundo inmersa en una guerra sinfín que un día dejan hasta de ser noticia.
Lecciones de un desastre: la guerra no es la solución
Resulta realmente tentador poder acabar con un enemigo en una región tan importante como Oriente Próximo, pero la guerra no es la solución. Estados Unidos, Turquía, Israel, Arabia Saudí y demás aliados quisieron derrocar Siria, terminar con un aliado ruso que, junto a Irán, se encontraba y se encuentra en su punto de mira, pero el desastre acontecido en forma de millones de desplazados, muertos o heridos ha sido devastador.
¿Era acaso la solución armar y financiar al Estado Islámico, porque no olvidemos que fue este el que se apoderó de una gran parte de Siria durante algunos de los años del conflicto? ¿Era acaso la solución armar y financiar a las sucesivas facciones de Al Qaeda en la región para intentar derrocar de todas las formas posible el Gobierno de Siria? No lo parece.
Siria es el final de una tétrica hoja de ruta occidental en la que lo acaecido ha empeorado mucho lo que antes existía. Es, además, el cierre en falso de Oriente Próximo y el Magreb a la espera de otra chispa que genere millones de desplazados, decenas de miles de heridos y cuantiosos beneficios a la industria militar y el resto de las grandes élites occidentales.
Militares saudíes en la frontera con Yemen. 3 de octubre de 2017. / Fayez Nureldine / AFP
No cabe duda, por otra parte, que países como Siria, Venezuela o Irán, demonizados y considerados enemigos por el mero hecho de no alinearse con los Estados Unidos y los intereses de las élites financieras mundiales, necesitan de reformas y mejoras. Muchas reformas y muchas mejoras. Sería irresponsable negarlo. Pero devastarlas no es la solución y demonizarlas tampoco. Pretender analizar estos países sin el contexto histórico y sin el contorno geográfico por el mero hecho de no someterse a Occidente y aliarse a otros actores geopolíticos mundiales resulta erróneo y en muchos momentos ridículo.
Escuchar que el eje del terrorismo es Irán ignorando a Arabia Saudí es poco menos que surrealista, hablar de atrocidades en Siria soslayando Palestina o Yemen no lo es menos y afirmar que España se puede convertir en Venezuela por el mero hecho de producirse un gobierno de izquierdas es tan grotesco como aseverar que España será México o Argentina en el caso de gobernar la derecha rancia o la derecha moderna española. Todo ello ha sido obra de los medios de comunicación, que usados como verdaderos ejércitos tienen mucho que ver en lo acontecido y, obviamente, en la desinformación existente. Desinformación que ha generado el caos en los últimos quince años.
Porque presentar a los países enemigos como si fueran anomalías regionales, es decir, como si los países que las acompañan geográficamente hablando fueran Suecia, Noruega, Alemania o Finlandia es sencillamente falaz. México, Arabia Saudí, Qatar o Israel están claramente necesitadas de reformas en muchos aspectos y Occidente no las demoniza, más bien oculta sus atrocidades, y ni mucho menos se plantea 'castigarlas'. Es decir, invadirlas, destrozarlas y someterlas al terror.
La guerra, y esto debe quedar claro de una vez por todas, no es la solución. Los movimientos de fichas en el tablero geopolítico generan muerte, hambre, enfermedades y destrucción. Siria debe constituir un punto de inflexión, un lugar de encuentro para el debate y la reflexión mundial. Un punto y final. Oriente Próximo, como el Magreb o América Latina, como la olvidada África o como la lejana Asia, requiere de un plan de desarrollo regional, un gran esfuerzo de inversión en sanidad y educación, en infraestructuras y cultura. Requiere progreso.
Lo que no necesita son más guerras generadas en los despachos de Europa o Estados Unidos, ya tuvieron suficiente con cien años.
El artista afirma que la imagen que se vende en el cine o en la televisión en Occidente está plagada de falsos estereotipos.
Alegría en las calles y optimismo entre los residentes locales. Así vio el ambiente en la ciudad siria de Alepo el artista español Augusto Ferrer-Dalmau Nieto, especializado en la pintura histórica y de batallas.
Ferrer-Dalmau Nieto, quien viajó al país árabe invitado por Moscú para plasmar la realidad del lugar, también ha contado a RT cómo se desvaneció el mito que Occidente difunde sobre el Ejército ruso.
"Alepo está reconstruyéndose", ha constatado el pintor. "He visto a la gente y he convivido con la gente de Siria. Son optimistas, son felices. Ven que esto [la guerra] ya se acaba, que queda muy poquito para solucionar todos estos problemas y he visto alegría, alegría en las calles", ha indicado.
En cuanto al Ejército ruso, Ferrer-Dalmau Nieto ha dicho que "es un Ejército humano, bien preparado, muy uniformado", con buena disciplina. Ha relatado que estar con los militares rusos le ha roto muchos moldes que "quizás el cine o la televisión nos habían vendido". Ha explicado que esos estereotipos presentan "un Ejército un poco desorganizado, un Ejército un poco mafioso", cuando en realidad es "todo lo contrario".
"Esa imagen que nos han dado siempre, quizás de Hollywood, yo no la vi", ha mantenido el artista, que ha agregado que su imagen de lo que es un Ejército "se acerca más al Ejército ruso".
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia denuncia que Occidente "está creando autoridades alternativas a las autoridades legítimas de Siria".
Foto ilustrativa
ABOUD HAMAM / Reuters
Síguenos en Facebook
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha afirmado que Estados Unidos intenta crear un cuasi-Estado ilegal dentro del territorio de Siria.
"Al este del Éufrates hay enormes tierras donde ocurren cosas absolutamente inaceptables. Estados Unidos está tratando de usar estas tierras a través de sus aliados sirios, especialmente los kurdos, para crear un cuasi-Estado allí", ha afirmado el canciller ruso.
Según Lavrov, "en este territorio, Estados Unidos está intentando absolutamente ilegalmente crear un cuasi-Estado y hacer todo lo posible para crear condiciones allí para la vida normal de sus tutelados".
"[Occidente] crea autoridades alternativas a las autoridades legítimas de Siria, promueve activamente el retorno y el reasentamiento de los refugiados. Todo esto a pesar del hecho de que en los territorios controlados por el Gobierno legítimo sirio, ni Estados Unidos, ni Francia, ni otros países occidentales quieren crear condiciones para el regreso de los refugiados hasta que, nos dice Occidente, comience un proceso político creíble", ha explicado el ministro.
DAMASCO, 8 nov (Xinhua) -- El ejército de Siria liberó exitosamente hoy a los rehenes sirios restantes que estaban en poder del Estado Islámico (EI) en el sur de Siria, informó la agencia estatal de noticias SANA.
A través de una operación "precisa y heroica", el ejército sirio logró enfrentar al grupo del EI en la localidad de Hmeimeh en el noreste de la ciudad de Palmira, en el centro de Siria, y liberar a 19 niños y mujeres que habían sido capturados por el EI desde el 25 de julio, agregó SANA.
Después de las intensas batallas, las fuerzas sirias liberaron a los rehenes y mataron a todos los miembros del EI, indicó la agencia.
En octubre, el primer grupo de seis rehenes fue liberado por el EI como parte de las "negociaciones" a través de mediadores, de acuerdo con activistas.
Se suponía que los rehenes restantes serían liberados pronto, aunque la liberación de los otros rehenes tuvo lugar después de enfrentamientos, no de negociaciones, de acuerdo con SANA.
Todos los rehenes eran mujeres y niños que habían sido capturados por los milicianos del EI durante una ofensiva lanzada la madrugada del 25 de julio en las áreas de la parte rural oriental de la provincia de Sweida.
Alrededor de 30 personas fueron tomadas como rehenes en ese momento, tres de ellas murieron en cautiverio.
El día del secuestro, todos los rehenes tuvieron que caminar durante 12 horas para llegar al destino de cautiverio, donde tuvieron que vivir en tiendas de campaña dentro de cuevas en las colinas de Tulol al-Safa en la parte rural remota de la provincia de Sweida.
Los milicianos del EI siguen manteniendo áreas en la región desértica que conecta a Sweida con la parte rural de Damasco y el desierto de la provincia central de Homs, donde se localiza Palmira.
No es ningún secreto que la Turquía de Erdogan y los Estados Unidos de Trump nunca han tenido relaciones plenamente satisfactorias o medianamente buenas siquiera. Si bien a principios del mes de octubre parecía que las relaciones entre ambos países podían mejorar después de que el gobierno turco decidiese liberar al pastor estadounidense Andrew Brunson, esto no fue más que una ilusión temporal. Las diferencias entre ambos países son, sencillamente, irreconciliables, y es que EE.UU. en Siria está entrenando, financiando y armando a lo que Turquía califica como organización terrorista.
Las YPG –Unidades de Protección Popular– están consideradas como el brazo del PKK dentro de Siria, según las autoridades turcas. El PKK o Partido de los Trabajadores del Kurdistán es un partido que lleva años enfrentado a Turquía tanto en el sur del país como en el norte de Irak, y busca la independencia de lo que su principal ideólogo, Abdullah öcalan, define como el kurdistán. Esta guerra que dura décadas, se ha recrudecido en los últimos años, cuando bajo la excusa de combatir al Estado Islámico los turcos decidieron invadir el norte de Siria entrando a al-Bab. Más tarde iniciaron un frente abierto con las YPG invadiendo Afrín, y ahora quieren hacerse con el norte controlado por las Fuerzas Democráticas Sirias (YPG + rebeldes). El problema del asunto es que esto implica combatir a los principales aliados de Estados Unidos en Siria, y a Trump, es algo que ya no le hace tanta gracia.
Escalada de tensiones en un momento clave
A finales de octubre y aprovechando el colapso de las Fuerzas Democráticas Sirias en el sureste de Siria tras una potente ofensiva del Estado Islámico, los turcos iniciaron sus bombardeos en el norte de Siria, cerca de la zona de Ayn al-Arab o Kobane, la ciudad más importante para los nacionalistas kurdos por su significado. La batalla de Kobane es tan importante para los nacionalistas kurdos que han convertido su resistencia contra el Estado Islámico dentro de la ciudad en prácticamente una epopeya.
Turquía se ve fuerte, y es que en su última provocación logró que Estados Unidos tuviese que "regalarles" la importante ciudad de Manbij expulsando a las YPG. Erdogan anunció entonces que no pararían hasta expulsar a todos los nacionalistas kurdos de su frontera. Lo que parecía una bravuconada, ha resultado ser cierto.
El país gobernado por Erdogan juega un papel mucho más importante de lo que cabría esperar en un principio. Las conexiones del gobierno con los Hermanos Musulmanes y el que al-Qaeda y Estado Islámico hayan hecho de Turquía su centro de mando en Oriente Medio hacen que ningún país se atreva a pararle los pies a Erdogan. Sencillamente, sería algo demasiado comprometido para la seguridad nacional, y es que al 'sultán' es mejor tenerlo contento.
Lo controvertido del tema es que Turquía se ha vuelto muy molesta para EE.UU. y una amenaza para los aliados de los yanquis en Siria… cuando precisamente tanto turcos como estadounidenses son parte de la OTAN, una alianza supuestamente creada para proteger a los países miembro y defender sus intereses. De hecho, tienen los dos ejércitos más grandes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Soldados turcos en la provincia de Kilis, cerca de la frontera con Siria, 31 de enero de 2018. / Osman Orsal / Reuters
Este enfrentamiento no podría llegar en peor momento para Trump. Su última jugada de sancionar a Irán, además de al país persa también afecta –y de forma muy negativa– a los países europeos, que pueden afrontar problemas económicos muy graves. Mismamente, los pequeños bancos alemanes sacaban muchos beneficios del comercio con Irán, pero es que incluso en el caso español, la industria vasca sobre todo, depende del petróleo iraní. Hablamos de 119.000 barriles de crudo diarios que importaba España que de repente ya no se pueden comprar. Esto va a obligar a Europa a reinventarse y desde luego, es una mancha negra en sus relaciones con EE.UU.
Es en este momento, y no otro, que Erdogan ha llevado al siguiente nivel el conflicto político con los norteamericanos. Ya no solo en el tema de combatir a las YPG, sino que los turcos también han dicho que no van a respetar las sanciones contra Irán. "No queremos vivir en un mundo imperialista", dijo el presidente turco explicando su rechazo a la decisión unilateral de EE.UU. de sancionar a Irán. El mensaje es muy claro, y es que él quiere ser la potencia, no el sometido.
A nivel diplomático, incluso, es muy significativo que el pasado 28 de octubre los turcos se reunieron con franceses, alemanes y rusos para tratar el futuro de Siria, pero no con estadounidenses. Erdogan ya no confía en poder alcanzar objetivos basados en intereses comunes con Trump. Yendo más allá, podríamos pensar que se ha rebelado contra las políticas de EE.UU. La guerra económica y las sanciones que impuso EE.UU. a Turquía en agosto y que hundieron la lira turca han sido un punto de inflexión en las relaciones de ambos países. Ahora, Erdogan quiere devolver el golpe.
Estados Unidos, entre abandonar a los kurdos o enfrentarse a Turquía
Los marines norteamericanos han tenido que empezar a patrullar Kobane y Tell Abyad para evitar que el ejército turco empiece una invasión terrestre. Éstos sin embargo siguen bombardeando el territorio dominado por los nacionalistas kurdos y muestran orgullosos cómo monitorean sus defensas con drones de cara a una ofensiva a gran escala, mientras tachan de inaceptables las acciones de sus "compañeros" yanquis de la OTAN.
Este fin de semana Trump y Erdogan deberían reunirse en París para discutir cómo van a solucionar el conflicto por la presencia de las YPG en el norte de Siria. Ante la duda de qué hará cada uno, tanto los aliados de Ankara como los aliados de Washington se están agolpando en un frente que ya patrullan más de 3.000 efectivos.
Estados Unidos tendrá que replantear su estrategia y sus alianzas. Los rebeldes se han posicionado entorno al liderazgo de al-Qaeda y el liderazgo de Turquía ante el abandono de los países del golfo, Europa y EE.UU., que han decidido enfocar sus esfuerzos en apoyar a los rebeldes dentro de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS). El gobierno sirio es aliado de Rusia y de Irán.
Y seguir apoyando a las FDS le va a acarrear al Pentágono tremendos dolores de cabeza y problemas con una Turquía a la que sería un error tomar a broma.
Vehículo con la bandera del Estado Islámico en Dibsiafnan, cerca de Raqa, 11 de junio de 2017. / George Ourfalian / AFP
Este final de 2018 podría ser un momento crítico para las YPG, que piden en vano y a la desesperada una respuesta real de la Comunidad Internacional a los bombardeos turcos. Estados Unidos no apoya a nadie por convicción política, y el caso de los kurdos tampoco va a ser la excepción. La situación podría derivar en un abandono total por parte de los norteamericanos a las YPG, que tendrían que someterse al liderazgo de los rebeldes o aislarse en un conflicto en el que quien quiere ir por libre, tiene los días contados.
Turquía está llevando a Washington al extremo; Erdogan quiere saber cuál es el límite de Trump. Como en Afrín, quiere entrar a Kobane y mandar un mensaje de poder al mundo. De este modo, además, logra desviar la atención de los problemas domésticos.
Si Kobane termina como Afrín o Manbij, Estados Unidos demostrará que ya no tiene la capacidad de ser el sheriff del mundo y que su posición privilegiada dentro de la OTAN no sirve para frenar las aspiraciones de quienes quieren hacerse con el trono. Después de Kobane, además, llegaría Raqqa.
El Pentágono advierte a Turquía contra cualquier acción militar en 'su parte' de Siria
Publicado: 13 dic 2018 12:37 GMT
Ante la promesa de Ankara de acabar con los "terroristas separatistas", Washington se muestra preocupado por una posible acción militar "unilateral" contra las fuerzas kurdas que patrocina en el país árabe.
Combatientes kurdos cerca de vehículos militares de los EE. UU. en la frontera turca siria. 29 de abril de 2017.
Rodi Said / Reuters
Síguenos en Facebook
A pesar de los grandes avances de la batalla contra los terroristas del Estado Islámico y del proceso de reconciliación en curso en Siria, EE.UU. ha expresado en repetidas ocasiones su intención de permanecer en el país árabe por tiempo indefinido, prometiendo continuar su respaldo a las fuerzas sirias opositoras a Bashar al Assad y luchar contra la influencia iraní.
La presencia de unos 2.000 asesores militares estadounidenses en suelo sirio no solo indigna a Damasco, sino que también ha puesto a Ankara en una confrontación directa con su aliado de la OTAN, especialmente después de que combatientes respaldados por Washington intentaran establecer en las zonas kurdas estructuras paralelas de gobierno.
Para derrotar lo que él llamó una "organización terrorista separatista" al este del Éufrates, donde la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG), apoyada por EE.UU., controla gran parte del territorio, el presidente turco prometió a principios de esta semana lanzar una nueva campaña militar en Siria "en cuestión de días".
Por su parte, Washington, dispuesto a proteger sus intereses en la región, advirtió a Ankara contra el lanzamiento de cualquier ofensiva "unilateral" que pueda poner en peligro a soldados estadounidenses, quienes recientemente montaron puestos de observación a lo largo de la frontera turco-siria. Los kurdos, subrayó el Pentágono, siguen siendo para los norteamericanos un "socio comprometido" en su lucha contra el Estado Islámico.
"Una acción militar unilateral en el noreste de Siria por parte de cualquiera de las partes es una gran preocupación, especialmente porque personal de EE.UU. puede estar presente o en las cercanías", señaló Sean Robertson, portavoz del Pentágono, en un comunicado citado por Reuters. "Cualquier acción de este tipo sería inaceptable," sentenció.
Mientras tanto, Recep Tayyip Erdogan, cree que ya no existe una seria amenaza por parte del paralizado Estado Islámico en Siria y considera que el Ejército turco tiene el derecho de actuar para deshacerse de lo que llama un "corredor terrorista" a lo largo de la frontera norte de Siria.
"Está claro que el objetivo de estos puestos de observación de EE.UU. no es proteger a nuestro país de los terroristas, sino proteger a los terroristas de Turquía", expresó el mandatario.
"Nuestro objetivo no son los soldados estadounidenses, son las organizaciones terroristas que operan en la región", agregó Erdogan en el discurso televisado que provocó la fuerte respuesta del Pentágono.
Ankara ya ha llevado acabo dos ofensivas en el norte de Siria con la ayuda del Ejército Libre Sirio. A principios de este año, Turquía lanzó la Operación Rama de Olivo en el noroeste después de que Washington anunciara su compromiso renovado de mantener su apoyo a la milicia kurda con entrenamiento y armas.
Otra incursión transfronteriza por parte del Ejército turco, llamada Operación Escudo del Éufrates, tuvo lugar desde agosto de 2016 hasta marzo de 2017 con el objetivo de expulsar de la frontera a los terroristas del Estado Islámico y a las fuerzas respaldadas por EE.UU.
Los terroristas del grupo Hayat Tahrir al-Sham (Frente Al Nusra) están incrementando sus fuerzas en Siria, ha advertido la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso.
Miembros de los Cascos Blancos en la ciudad de Daraa, Siria.
Alaa al-Faqir / Reuters
Síguenos en Facebook
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha declarado este jueves durante una rueda de prensa en Moscú que los terroristas están aumentando sus fuerzas "cerca de la línea de contacto con las fuerzas gubernamentales" en Siria, mientras que los Cascos Blancos se preparan para llevar a cabo una nueva provocación con el uso de sustancias tóxicas.
"Los combatientes de la alianza Hayat Tahrir al-Sham (Frente Al Nusra) no solo disparan a diario contra zonas habitadas, sino que están aumentando sus poderío cerca de la línea de contacto con las fuerzas gubernamentales sirias", ha alertado.
En ese contexto, Zajárova ha precisado también que hay informes de que "los terroristas siguen intentando escenificar el uso de armas químicas contra la población civil" y los Cascos Blancos tienen preparado "el equipo necesario para la filmación de actos provocativos de este tipo".
Donald Trump: "Siria tuvo que soportar al Estado Islámico hasta que llegué yo"( a reemplazarlo jajajaja)
Publicado: 1 feb 2019 13:57 GMT | Última actualización: 1 feb 2019 14:43 GMT
El mandatario estadounidense habló de sus éxitos militares en Medio Oriente y Afganistán pero remarcó la necesidad de "empezar a volver a casa" y "gastar el dinero sabiamente".
Vehículos militares de EE. UU. en la ciudad de Manbij, en el norte de Siria, 30 de diciembre de 2018
Delil Souleiman / AFP
Este viernes el presidente de EE.UU., Donald Trump, escribió en su cuenta de Twitter sobre las misiones militares estadounidenses en el mundo. "Heredé un desastre total en Siria y Afganistán", aseguró y calificó esos conflictos como "guerras interminables" de "gasto ilimitado y muerte".
A su vez recordó que durante la campaña electoral dijo "muy fuertemente, que estas guerras deben finalmente terminar".
En ese sentido mostró como un logro que en Afganistán se está "hablando de paz después de 18 años" y que Siria "tuvo que soportar al Estado Islámico" hasta su llegada a la Casa Blanca.
"Pronto destruirán el 100% del Califato, pero los vigilaremos de cerca", añadió. Finalmente subrayó que "ahora es el momento de empezar a volver a casa y, después de muchos años, gastar el dinero sabiamente".
SANA: Al menos 16 civiles mueren en Siria tras un ataque de la coalición encabezada por EE.UU.
Publicado: 11 feb 2019 20:35 GMT | Última actualización: 11 feb 2019 21:32 GMT
Siete de las víctimas mortales son niños.
Consecuencias de un ataque aéreo en Deir ez Zor, en el noreste de Siria, el 6 de octubre de 2017.
Mikhail Alaeddin / Reuters
Síguenos en Facebook
Al menos 16 civiles han muerto, entre ellos 7 niños, en un ataque aéreo realizado por la coalición encabezada por EE.UU. contra la localidad de Al-Baghouz, en en la provincia de Deir ez Zor en el sureste de Siria, informa la agencia SANA, citando a fuentes con conocimiento de la situación.
Anteriormente, este lunes, fuentes informaron que otros cuatro civiles murieron en una ofensiva perpetrada por la coalición Internacional liderada por EE.UU. contra unas casas habitadas en las afueras de Al-Baghouz.
El sábado pasado, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) anunciaron el inicio de la operación para liberar Al-Baghouz, la última aldea en Siria controlada por el Estado Islámico, según ha afirmado en su cuenta de Twitter Mustafa Bali, representante oficial de las FDS, una alianza de mayoría kurda.
Durante varios meses, tropas de las FDS, con el apoyo de la aviación de la coalición internacional, están luchando contra reductos de yihadistas que aún permanecen en el territorio del país. No obstante, los medios locales informaban repetidamente sobre la muerte de civiles como resultado de los ataques aéreos de la coalición.
Los medios sirios reportan una agresión por parte de Israel contra la ciudad de Al Quneitra. Se señala que el ataque fue perpetrado por tanques y afectó a varios edificios sin habitar. Tras la agresión, un hospital quedó destruido por completo. Además, se informa de daños materiales a un observatorio. Hasta el momento, no se reportan víctimas.
Riam Dalati señaló que "no hubo fallecimientos en el hospital" de la ciudad siria de Duma (Guta Oriental).
Riam Dalati, un productor de noticias extranjeras de la cadena británica BBC especializado en Siria, declaró este miércoles en su cuenta de Twitter que las grabaciones hechas en un hospital de la ciudad siria de Duma (Guta Oriental), tras un supuesto ataque químico, fueron puestas en escena.
"Después de casi 6 meses de investigaciones, puedo probar sin lugar a dudas que la escena en el hospital de Duma fue recreada. No hubo fallecimientos en el hospital", precisó.
De acuerdo con las declaraciones de Dalati, el ataque tuvo lugar, pero sin utilización de sarín. "Tenemos que esperar a que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas diga si hubo [uso del] cloro", subrayó e hizo hincapié en que "todo lo demás sobre el ataque fue fabricado para un máximo efecto".
En la madrugada del 14 de abril, EE.UU., el Reino Unido y Francia realizaron un ataque múltiple con misiles de crucero contra el territorio de Siria. El pretexto del bombardeo era el supuesto ataque químico que habría sido perpetrado el 7 de abril en la ciudad siria de Duma (Guta Oriental), del cual Occidente acusa al gobierno de Bashar al Assad sin tener ninguna prueba concluyente
El ataque de los tres aliados occidentales contra Damasco no fue aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU
Rusia, por su parte, insiste en que el incidente de Duma fue un "montaje" para justificar los ataques de Occidente contra un Estado soberano
James Jeffrey afirma que la retirada de las tropas de EE.UU. de Siria "no va a ser una retirada repentina y rápida, sino una retirada paso a paso".
Mikhail Voskresensky / Sputnik
Síguenos en Facebook
Estados Unidos no quiere que el Gobierno sirio recupere el control de noreste del país, ha afirmado este domingo el enviado especial estadounidense en Siria, James Jeffrey.
"Nuestras metas en el noreste no han cambiado. Implican, en primer lugar, mantener la seguridad en la región, lo que significa que no estamos en absoluto a favor de que el régimen regreseporque el régimen no promueve la estabilidad, como vemos en otros países", ha declarado Jeffrey durante su discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania).
Ha subrayado que los objetivos de Washington en el noreste de Siria no han cambiado a pesar de la retirada de las fuerzas estadounidenses. "Les hemos estado diciendo [a los aliados] continuamente que esta no va a ser una retirada repentina y rápida, sino una retirada paso a paso", ha mantenido Jeffrey. "Estamos retirando nuestras tropas del noreste porque han completado la mayoría de sus tareas", ha indicado.
El pasado 19 de diciembre, el presidente Donald Trump anunció que EE.UU. había derrotado al Estado Islámico en Siria, tras lo cual la Casa Blanca confirmó la retirada de las tropas estadounidenses del país
La decisión provocó críticas públicas contra el presidente, incluso por parte de sus partidarios republicanos, así como la renuncia del secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis
A su vez, representantes de los kurdos sirios viajaron a París para pedir ayuda frente a un posible ataque de Turquía a sus posiciones en las regiones fronterizas.
Rusia bombardea a los grupos armados que atacaron al Ejército sirio en Idlib con apoyo de Turquía
Publicado:
83
En respuesta al ataque de los "terroristas", los cazas rusos Su-24 destruyeron un tanque, seis vehículos de combate de infantería y cinco camionetas utilizadas en la ofensiva contra las fuerzas sirias.
Unidades del Ejército sirio han contrarrestado este jueves ataques de grupos armados en el sureste de la provincia de Idlib, donde se encuentra la localidad de Nairab, informa SANA. La citada agencia califica a los atacantes como "terroristas".
Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos afirma, basándose en sus fuentes, que los responsables del ataque en el sureste de Idlib esta jornada son "las tropas turcas y facciones de la oposición". Según la entidad, en medio de los combates con fuerzas gubernamentales, los atacantes tomaron casi la mitad de la localidad de Nairab bajo su control y también hubo enfrentamientos armados en las afueras de Qumaynas y Sarmin.
De acuerdo con el Centro ruso para la reconciliación de las partes beligerantes en Siria, los "terroristas" lograron romper la defensa del Ejército sirio en Idlib con apoyo de Turquía que, a su vez, cesó los ataques de artillería contra las tropas gubernamentales después de que Rusia los detectara y notificara al Gobierno de Erdogan.
En respuesta al ataque de los "terroristas", los cazas rusos Su-24 destruyeron un tanque, seis vehículos de combate de infantería y cinco camionetas utilizadas en la ofensiva contra las fuerzas de Bashar al Assad. El apoyo de Rusia ayudó al Ejército sirio a repeler todos los ataques, pero cuatro militares sirios resultaron heridos por la artillería turca, detalló el Centro ruso para la reconciliación.
En un intento por aliviar las tensiones en la zona, Moscú instó a Ankara a dejar de apoyar a los "terroristas" y suministrarles armas.
Fuera del control del Gobierno sirio
Idlib sigue siendo hoy una fortaleza clave tanto de la oposición armada siria como de diversas agrupaciones terroristas que operan en la región. Fue aquí donde en 2011, una protesta civil pacífica se convirtió en un conflicto armado, que pronto cubrió todo el territorio de la República Árabe siria.
Durante todos los años de la guerra, Idlib nunca ha estado bajo control total de las fuerzas gubernamentales. A medida que las otras regiones de Siria han sido liberadas de los grupos extremistas en los últimos años, los militantes y sus familias han acudido en masa a esta área colindante con la frontera turca.
Más de dos docenas de miembros de los grupos armados que depusieron sus armas y se rindieron al Ejército sirio revelaron haber realizado entrenamientos en la base estadounidense desplegada en la zona del campamento de Rukban.
Al entregarse a los militares sirios estos combatientes planeaban volver a hacer vida normal, pero fueron atacados en la frontera con la zona de seguridad de 55 kilómetros por el grupo radical Magavir al Saura o Comandos de la Revolución, controlado por Washington, comunicó el jefe del Centro Ruso para la Reconciliación en Siria, Oleg Zhuravlev.
"Solo pudieron escapar 27 personas, quienes actualmente se encuentran en Palmira (...), entregaron decenas de armas de fuego, incluidos lanzagranadas y ametralladoras de gran calibre, algunas de producción occidental", subrayó Zhuravliov durante una conferencia de prensa, destacando que ahora todos ellos están protegidos por las tropas gubernamentales sirias.