"Nosotros, por supuesto, no nos quedaremos de brazos cruzados si se socavan nuestra soberanía estatal, la seguridad y los intereses de desarrollo, no permitiremos que ninguna fuerza intervenga brutalmente y divida la tierra sagrada de nuestra patria. Ante una situación así, el pueblo chino asestará un golpe demoledor", dijo Xi en un discurso con motivo del 70 aniversario de la participación de los combatientes chinos en la Guerra de Corea.
El presidente subrayó que China realiza una política militar defensiva y que las Fuerzas Armadas del país protegen la paz internacional.
"China nunca ha aspirado a la dominación, la expansión, y se opone firmemente al concepto de gran potencia y la política de fuerza bruta", agregó el líder chino.