Cuidado con el picoteo
El picoteo no es recomendable para mantener la línea o el peso, como tú bien sabes.
¿Por qué picoteas? Si te detienes a pensarlo la mayor parte de las veces no picoteas
por hambre sino por otros motivos como el aburrimiento o para tratar de paliar la ansiedad.
Con el picoteo normalmente no se toman alimentos muy nutritivos. Los ‘snacks’ como las
cortezas de cerdo, las patatas fritas, o los dulces son algunos de los “alimentos” más
frecuentes de esta ingesta inoportuna y poco recomendable. Piensa que no solo estás
ingiriendo calorías con poco valor nutritivo sino que estás dándole alas a la aparición del sobrepeso.
Piensa, además, que el picoteo te quite el apetito y las ganas de comer o cenar. ¡Peligro!
Cada vez que dejas de tomar una buena comida estás alterando el ritmo diario de una alimentación equilibrada.
Posibles soluciones para evitar el picoteo:
- Haz 5 comidas diarias.
- Come en la mesa, preferiblemente, del comedor.
- Come lentamente, necesitas 20 minutos para que la sensación de saciedad llegue al cerebro.
- No comas frente al televisor
- Incluye en tus comidas verduras y frutas crudas. Aunque contienen pocas calorías, te producen una sensación de saciedad y son ricas en vitaminas y fibras. Pero… no las aliñes demasiado.
- Toma alimentos ricos en hidratos de carbono como arroz, pasta o patatas en una de las dos comidas principales.
- Ingiere proteínas en la comida y en la cena. Escoge entre la variada oferta de carnes y pescado ¡y tampoco te olvides de los huevos!
- No evites por completo el chocolate. Lo puedes tomar cada día pero en cantidades moderadas.
- Si entre comidas sientes hambre, toma una pieza de fruta o un producto lácteo como tentempié. Si tomas un yogur o una fruta a media mañana y meriendas un pequeño sandwich. No te hará falta pensar en “picar” nada más.