Duermes y la única manera de despertarte es estar encima de ti besarte y acariciarte por dentro y por fuera para que sientas que este deseo no es una quimera, es sólo tu mujer que espera le dejes tu sentimiento, posarse en ti y sentirte dentro, unidos y confusos, las sombras y sus dibujos formando un ser y llenando la habitación de exclamaciones a más no poder...
Encima de ti, arrullándote y acariciando tu estampa, vibrando cual rosa fría en una mañana de invierno.
Ven a tibiar mi sangre helada que desea le entregues calor a raudales.
Con tus manos, con tus besos, con tus piernas, encima de ti, pero con la certeza de llegar a las cumbres de tu amor y el mío que como lumbre, enciende más si la atizamos con el leño del fuego y con mi hoguera convertida en un total incendio.