Me he perdido en la ausencia de tus besos recorriendo el territorio de tu olvido increpando el corazón, abriendo las heridas sangrantes como el sol cuando agoniza el día
Te busca mi silencio detrás de los cristales mientras afuera ruge el viento enfurecido decapitando así las hojas de los árboles, tiñiendo de nostalgias el corazón herido
!Oh manos abiertas hacia un imposible detengan su carrera, el no vendrá esta noche! !detengan por favor la sangre de sus venas! !que calle el corazón! que no sangre su pena!
Estas ahí, lejano, inalcanzable, endiosado rabiosamente bello, eternamente altivo como una océano que lame las orillas y se aleja sin detener su marcha sobre la quieta arena