Sabemos que desde tiempos inmemoriales ha sido común en la escuela, en las calles y en el vecindario, pero con la expansión de la internet y de las redes sociales, el acoso verbal o psicológico está creciendo ahora de forma alarmente.
El ciberacoso -definido como acoso verbal o psicológico a través de la internet o de teléfonos celulares- llegó a los titulares de los medios con un caso que sentó precedentes en Estados Unidos: el de la modelo canadiense Liskula Cohen, quien ganó una causa contra Google que obligó a la empresa a revelar el nombre de un blogger anónimo que la insultó.
El veredicto de la justicia federal estadounidense envió un mensaje claro de que los bloggers no van a poder lanzar improperios e insultos contra otros refugiándose en el anonimato.
Pero más allá del caso de celebridades como esta modelo, lo cierto es que las vejaciones, los insultos y el chantaje a través de medios electrónicos está ganando cada vez más terreno. En Estados Unidos, se estima que 1 de cada 4 niños de entre 11 y 19 años ha sido víctima de éstos.
Lo mismo ha pasado en el Reino Unido con una tercera parte de los adolescentes de entre 12 y 18 años, en tanto que en Bélgica el porcentaje es de 34%.
Hace unos meses, Georgia Woods, de 13 años, optó por convertirse en una cibertutora, parte de un programa en Gran Bretaña que ofrece consejos sobre el uso seguro de la red, tras ser objeto de abusos de forma consistente.
"Un grupo de jóvenes comenzó a dedicar páginas enteras diciendo cuánto me odiaban, me mandaban mensajes abusivos por correo electrónico. Me comencé a sentir sola, como si no valiera nada y no tuviera a nadie", contó Georgia a la BBC.
"Yo podía estar caminando por las calles, mi teléfono sonaba y ahí estaba un mensaje ofensivo procedente de un número y una persona anónimos".
Georgia señala que hasta pensó en quitarse la vida.
Creciente preocupación
Redes sociales como Facebook, Bebo, Twitter, entre otras, han abierto un amplio campo de interacción para todas las generaciones, pero casos como éste revelan el lado oscuro de estos sitios.
Un 65% de los jóvenes y el 35% de los adultos en Estados Unidos tiene páginas en redes sociales. En Europa, se calcula que hay 40 millones de usuarios y se estima que para el 2012 habrá más de 100 millones.
Rafael Fernández Calvo, de la Asociación de Técnicos de Informática y de Internet de España, señala que este crecimiento ha ido a la par con un aumento de los casos de acoso social en la red.
"Anteriormente existía sobre todo a través del correo electrónico y las páginas webs personales, pero desde que empezaron las redes sociales como Facebook o Twitter la expansión del ciberacoso se está dando de forma acelerada"
De hecho, en Europa la preocupación es tal que la Unión Europea lanzó en febrero pasado una campaña a nivel de todos los estados para combatir el problema y promover el uso seguro de la internet especialmente entre jóvenes.
Una encuesta publicada por Eurobarómetro determinó que un 54% de los padres en Europa están preocupados de que sus hijos puedan ser sujetos de abusos de este tipo en la red.
El porcentaje sube a 80% en países como Francia y Portugal.
La campaña de la Unión Europea incluye un video sobre qué hacer en caso de ser víctimas de abuso. El video se ha transmitido a lo largo de este año en canales europeos y en sitios de internet frecuentados por adolescentes como Bebo, Myspace, YouTube, entre otros.
Más medidas
Además de estos esfuerzos regionales, varios gobiernos han comenzado también a tomar medidas al respecto. En Gran Bretaña hay una página especial del gobierno dedicada a orientar sobre el problema y han surgido páginas de internet que ofrecen apoyo en estos casos como cybermentors.org.uk.
Rafael Fernández Calvo señala que en España el gobierno ha publicado una serie de medidas dirigidas a proteger a los menores que están en redes sociales.
Según dijo, esto incluye instrucciones a padres, educadores y hasta los propios menores sobre qué hacer para enfrentar el acoso o la utilización de los datos contenidos en estas redes sociales con esos fines.
Pero el problema es que las legislaciones no están preparadas para lidiar con este nuevo fenómeno.
Rafael Fernández Calvo destaca que en muchos casos la justicia se vale de delitos preexistentes y los aplica al ámbito de la red, pero en otros casos "están teniendo que crear nuevas figuras".
Relata que en España hubo un caso de ciberacoso que llegó a los tribunales hace tres años y se condenó a una persona por el delito de injuria porque el de ciberacoso como tal no existe.
Por eso la Comisión Europea señalaba hace unos meses que se requieren esfuerzos globales ya que "las redes sociales conectan a la gente a través de las fronteras y eso hace imposible que el problema pueda combatirse a nivel local o nacional solamente".
María Esperanza Sánchez