Estar y sentirse bien
Cuidando tu belleza
Dale de comer a tu piel y proporciónale algunos mimos
Para tener una piel reluciente y sin imperfecciones, hay que cuidarla, y no basta sólo con limpiarla diariamente y ponerle cremas.
La alimentación de la piel parte de tu propia alimentación. Parece obvio y, no obstante, aunque nos aplicamos cotidianamente cremas y tónicos a veces descuidamos aspectos básicos como la alimentación, beber la cantidad necesaria de agua, hacer ejercicio regularmente y, sobre todo, no fumar.
Para evitar un envejecimiento prematuro de la piel, es vital una dieta equilibrada y un aporte natural de vitaminas (como la A, B, C y E) y minerales (como el selenio o el hierro) esenciales para nuestro organismo. Una dieta pobre en vitaminas resta luminosidad a la piel, al igual que la deshidratación.
Haz la prueba de seguir durante un tiempo una dieta rica en fruta, verdura, ensaladas y mucha agua y observa luego el tono y la textura que adquiere tu piel.
Una alimentación que embellece
Hacer
cinco comidas al día: un buen desayuno, un almuerzo fuerte y una cena ligera, con dos tentempiés, uno a media a mañana y otro a media tarde. Que las comidas tengan un aporte suficiente de vitaminas y minerales.
Algunos trucos caseros para mantener el aspecto saludable de tu rostro
Peeling de sal
Cuando estés en la ducha con el cuerpo húmedo, coge un puñado de sal húmeda, si está impregnada en aceite de oliva mucho mejor, y frótala con movimientos circulares sobre tu piel, especialmente en los codos, las rodillas o las plantas de los pies.
Ojeras después de trasnochar
Lo mejor es dormir ocho horas diarias, aunque si un día no has dormido bien, al día siguiente colócate un par de rodajas de patata bajo los ojos y deja que actúen durante 15 minutos, la patata te devolverá una expresión facial relajada.
Aceite de oliva
Es ideal para suavizar y proporcionar más humedad a la piel. Antes de ducharte, puedes aplicarlo directamente en las zonas más secas de tu piel con un suave masaje y dejarlo actuar durante unos minutos.
El chocolate
Nutre y regenera las pieles mas deshidratadas y además desprende un aroma especial que estimulará tus sentidos. La chocoterapia es un tratamiento drenante, reductor y revitalizante. Algunos centros de estética ofrecen este servicio, pero lo puedes hacer tu misma deshaciendo un par de tabletas de chocolate negro al baño maría y extendiéndolo luego por el cuerpo con un masaje suave. ¡Atención! Para no quemarte, es importante que, antes de extender el chocolate por el cuerpo, compruebes su temperatura en alguna zona de bajo riesgo como la muñeca o el codo. En caso de estar demasiado caliente, déjalo enfriar y ves probándolo hasta que esté a la temperatura ideal.
EL DATO: los principales enemigos de tu piel son los rayos ultravioleta, una dieta pobre en vitaminas y la nicotina. La nicotina ataca al colágeno de la dermis por lo que la piel pierde firmeza. Además, el gesto de aspiración del humo del tabaco favorece la creación de arrugas alrededor de la boca.