Estás hecha de viento. Te percibo,
mas no llego a tocarte; pareciera
que estás aquí, pero no estás; y a veces
dudo de tu existencia.
Sé que un día te tuve,
carne sobre mi carne, efervescencia;
no obstante se desliza en mi cerebro
el áspid de la duda, y se me enreda
en la cuna en que duermen los recuerdos,
y ya no sé cómo sellar las grietas.
¿Será verdad que no eres, que no has sido,
que la mente te sueña?
La sensación anida entre mis dedos
como de agua evasiva que quisiera
retener, y se pierde inexorable,
apenas rastro entre recuerdo y huella.
Llevo la piel marcada,
pienso que por tus besos. ¿Tú, qué piensas?
Ay, que no puedo verte,
que no exhuman mis dedos tu presencia.
Si estás hecha de viento,
¿por qué cuando me abrazas, no te quedas?
AUTOR:FRANCISCO HIDALGO