Dos señoras se encuentran en la calle. - Chica, siglos sin verte ¿Cómo tienes a tus hijos Rosa y Paco?
- Ay querida, Rosa se casó muy bien. Tiene un marido maravilloso. Fíjate que se levanta de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, prepara el desayuno por la mañana, lava los platos y ayuda en la cocina. Le ha puesto una muchacha que le limpia la casa, le compra coche nuevo cada año, la lleva de viaje dos veces al año. Además es muy bueno y muy serio en su trabajo. Un amor de yerno, gracias a Dios.
- ¡Qué bien! Y tu hijo Francisco, ¿también se casó?
- Sí, hija, también se casó, pero tuvo MUY MALA SUERTE. Su matrimonio va muy mal...Imagínate que el pobre tiene que levantarse de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, tiene que preparar el desayuno por la mañana, lavar los platos y encima ayudar en la cocina! Y después de todo esto, sale a trabajar para conseguir el sustento y pagarle una muchacha que le limpie la casa; además le fuerza para que salgan de viaje dos veces al año; y ¡¡lo peor!! quiere coche nuevo cada año... pobre hijo mío ¡ella es una cabrona! |