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Eternal Warrior: Faraoh vs Dohko
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* Un lugar lleno de belleza y muerte, digno paraje de la obra más grande del Rey del Inframundo, quien pretende sumir al mundo bajo un sueño definitivo en base al arte, una creación que busca las mismísima eternidad en la oscuridad... Ahí, justo en las enormes puertas se encuentra la sombra de un hombre que desde un costado avanza al centro, sin revelar en ningún momento su identidad que se muestra mística y antigua, siendo un enorme arpa lo que resalta entre sus manos conforme el viento menea el cabello que apenas y toca los hombros de la esbelta figura. - Pronto los enemigos de mi señor serán juzgados, mi sonido penetrará por completo sus pecados. - Exclama una voz cínica y suave, la cual muestra una importante soberbia que se complementa perfectamente con el orgullo propio de un juzgador, de aquel que posee la balanza divina en las filas del inframundo...*
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Faraoh de Esfinge
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Raibura no Douko, Rozan no Senshi
**"Entonces... ¿Este lugar fue creado por Hades? pero.. ¿Es acaso posible que un ser tan lleno de oscuridad pueda crear algo tan bello a base de vidas inocentes?" son los pensamientos que recorren los pensamientos del guerrero de armadura dorada al caminar tranquilamente por aquel lugar cuya tétrica belleza invita a cualquiera a contemplarlo detenidamente -No, no tengo tiempo que perder...- expresa una vez mas al decidirse por correr raudamente hacia aquella enorme puerta en donde aparentemente un guardian impide el paso, por lo cual el santo de Libra no hace sino detenerse al observarle -Como supuse, un sitio tan importante como este iba a estar custodiado por uno de sus mejores guerreros..- dice mientras su silueta se recorta de forma magistral sobre la luz propia del lugar, pudiendose ver claramente la manera en que las epuñaduras de los dos tridentes sobresalen por sobre sus hombros** |
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* El guardián de la puerta se percata de inmediato de la figura recién llegada, provocando el avance de un par de pasos más que suficientes para descubrir un rostro juvenil y delicado, teniendo unos ojos dorados que resaltan al máximo gracias a la piel apiñonada. - Bienvenido al Lost Canvas, Caballero de Athena. - Comunica en el instante en que esboza una sonrisa malévola y llena de orgullo, enmarcando completamente la personalidad de un ser cuya surplice rápidamente lo identifica como un espectro, uno que hace frente sin ningún temor o duda al enemigo. - Para lograr acceder primero tienes que pasar el juicio divino y yo, me encargaré de realizarlo. - Adjunta punzante y de una forma suave, pero audible, algo que le da un tinte más macabro a la escena que al mismo tiempo se inunda de una presencia oscura, de un cosmos intenso que pareciera irlo abarcando todo aùn cuando no se presenta...*
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Faraoh de Esfinge
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Raibura no Douko, Rozan no Senshi
**"Ese cosmos.. está totalmente lleno de maldad... ¿Cómo puede ser que esta sensación abunde en un lugar tan bello? todoesto es muy extraño..." piensa para sí mismo el caballero de Libra cuando finalmente decide dar un paso hacia adelante con lo que el roce de su botin metalico contra el suelo suena como una pieza de metal cayendo en un sitio amplio y vacío, de ese modo sus piernas se separan ligeramente entre sí para luego permtir que su voz resuene al decirle -Te aconsejaría dejarme pasar, pero .. ¿De qué se trataría ese juicio?- una vez habiendo hecho esa pregunta, el Libriano tensa los músculos de todo su cuerpo en tanto sus ojos verde oscuros se mantienen abiertos, enmarcados por su desordenada cabellera castaña mientras observan detenidamente al espectro como si se tratara de un Tigre que se agazapa al sentirse amenazado y se prepara para atacar en caso de ser agredido** |
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* Por el otro lado se extiende el silencio, sin dar ninguna respuesta a los vocablos expuestos por el interlocutor que simplemente generan que la sonrisa cínica se mantenga e incluso parezca estar más expuesta. - Te mostraré, conoce el juicio de Faraoh, el espectro de Esfinge. - Exclama justo en el momento que acomoda el instrumento que sostiene con orgullo y que poco a poco comienza a cobrar protagónico al ir desprendiendo un sonido abrumador, uno insoportable que es una tortura que se canaliza por el cosmos capaz de ir directamente al cerebro y producir un dolor insoportable, si, ese es el poder del Verdugo, aquel que juzga el peso de los pecados y que ahora busca de ser escuchado ir mermando la capacidad motriz y psicológica de quien sea presa de él, y en este caso, se trata de Dohko. - Sufre y paga el peso de tus pecados. - Adjunta, lleno de sadismo y malicia conforme continua ejecutando su magistral y hábil interpretación...*
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Faraoh de Esfinge
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Raibura no Douko, Rozan no Senshi
**En ese momento las dos manos del santo de Libra se elevan hasta posicionarse a ambos costados de su cabeza con señas de notorio dolor e incomodidad -Krrgh.. maldito... no puede ser.. que el simplesonido de una cítara.. cause esto...- musita entre dientes amedida que reúne una enorme cantidad de fuerza de voluntad y potencia física para comenzar a caminar una vez mas hacia donde se encuentra el rival, con su cuerpo entero dejándose rodear por un aura cósmica que lentamente va en un aumento apesadumbrado y tedioso en tanto se vuelve más notoria aquella cosmoenergñia cuya luminiscencia reúne todas las tonalidades de los colores verde y dorado** |
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* El sonido es constante, una tortura que tiende a irse incrementando conforme las notas van evolucionando para mostrar la maestria del espectro con el arfectdo que parece ser parte de su misma alma, una oscura y orgullosa que ante todo disfruta del espectáculo. - Caballero de Athena, es inútil que te resistas... El peso de tus pecados hablarán por si mismos, no hay nada que puedas hacer ante mi interpretación. - Exclama esa voz cínica y amena, llena de un conocimiento que solo e compara con el sadismo que le provoca su poder, uno que es observado con una sonrisa en el rostro. - Lamenta tus ofensas, el venir aquí es como atentar contra un Dios, y yo, ¡Provaré que tu corazón es indigno! - Adjunta comvencido de sus palabras, unas que hacen eco conforme el ambiente se llena por un resplandor púrpura, un mero simbolismo del más grande poer del spectro de Esfinge que con mayor velocidad pasa los dedos entre las cuerdas perfectamente tensionadas. - ¡Sufre!, espero que sientas como tu cerebro explota mientras intentas evitar la presión que se ejercera en tu cuerpo. - ]Nuevamente habla, sin perder la concentración...*
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Faraoh de Esfinge
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Raibura no Douko, Rozan no Senshi
**En ese momento las dos manos del Libriano se elevan hasta apoyarse sobre ambos lados de su cabeza en cuyo interior el dolor es tanto que incluso llega a dar la impresion de estar hirviendo su masa encefálica a causa de la melodía creada por elespectro -Kghh.. es.. esto es.. increíble... solo con su música.. puede lograr esto...- musita entre dientes cuando el dolor es tanto que incluso llega a conseguir doblar las rodillas del tigre Oriental hasta que éste queda de rodillas sobre el piso -Acaso... ¿Acaso voy a morirme aquí sin poder hacer nada por Tenma?- su puño derecho se cierra al apoyarse sobre el piso y murmurar -¿Acaso todo el esfuerzo de los demás... ha sido en vano?- en ese momento tanto aquel puño como el resto de su cuerpo se rodean una vez más por el centelleo de aquel aura luminiscente que revitaliza su cuerpo entero -De.. ninguna manera... no moriré sin haber hecho nada...- Sus dos palmas se apoyan en el piso para dar apoyo al resto de su cuerpo cuando utiliza la fuerza física de sus dos piernas y brazos con la intención de dar un prodigioso salto hacia donde se halla el arpista infernal, exclamando -¡¡El Dragón volador... de Rozan!!- de ese modo su ùño diestro se extiende hacia el frente, rodeandose por aquella luminiscencia cósmica que se concentra en torno a su antebrazo hasta dar forma al rostro de un enorme Dragón cuyas escamas relucen en tonalidades intermedias entre el verde y el dorado y sus fauces abiertas exhiben cuatro enormes colmillos blancos que se extienden hacia el frente e intentan clavarse en el instrumento de su rival a quien el santo dorado alcanza a ver dificultosamente, sin embargo continúa avanzando por el aire cual si se tratara de un enorme reptil volador cuya única finalidad reside en embestir ferozmente la cítara del egipcio hasta acabar por destruirla** |
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* Habilidad y poder son las principales características del arpista infernal que en base al completo dominio de la batalla puede maniobrar el cuerpo con flexibilidad, dejando notar como de inmediato su rostro se cubre por el cabello por la propia inercia del movimiento que lo coloca a un costado, evadiendo el golpe del enemigo con cierta facilidad. - No me digas que eso es to... - Deja inconclusa la frase en el momento que explota la surplice que cubre el hombro derecho, viéndose como la sangre gotea en la zona que mantiene fija la mirada de unos desorbitados, lleno de sorpresa que pronto se transforma en furia. - ¡Maldito como te atrevez! - Grita enojadado, mostrando desiquilibrio en el carácter que aún no comprende como ha sido posible tal accionar. - ¡Juro que pagará por esto! - Anexa fuerte justo cuando el cosmos retorna con mayor violencia, marcando en cada nota la rápidez y determinación por matar al enemigo en turno, pues en ese momento la realidad pareciera tergiversarse para dar paso a la espalda de Faraoh un mural no bien definido. - ¡Te aniquilaré! - Tras los vocablos el sonido estridente y maligno se hace más y más constante, llenando con sus efectos la atmósfera que posiblemente se vuelva más pesada para el enemigo en cuestión...*
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Faraoh de Esfinge
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Raibura no Douko, Rozan no Senshi
**"Logré golpearlo, por lo que veo su fuente de poder radica en ese instrumento musical que protege con tanto ahínco... sin embargo.. creo que ya no puedo nisiquiera mover un dedo... las fuerzas se escapan de mi cuerpo a medida que aquella melodía suena... solo queda una cosa más que hacer..." piensa para sí mismo el valeroso santo de Libra al permitir que su cosmos se abra alrededor de su cuerpo una vez más, sin embargo este luce un desteñido color verde claro que poco a poco se mezcla con el dorado propio de la escencia de los caballeros dorados en la que se refleja el perfecto entendimiento del Cosmos que en esta ocasión no parece ayudar en nada al Libriano quien se mantiene totalmente quieto en su posición cual si fuera un tigre malherido mientras responde -De ninguna manera.. puedo permitirme el morir en este lugar... jeh...- En los ojos verde oscuros del Libriano puede notarse una pequeña chispa de esperanza a pesar de encontrarse en una posición desfavorable, sin embargo el ardor de aquella llamarada etérea consigue crecer de manera sorprendente hasta abrirse más y más alrededor de su cuerpo a pesar de que el sonido del arpa ha logrado mermar sus posibilidades motoras casi por completo** |
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* Sin embargo toda palabra pronunciada por el enemigo es completamente inútil para el arpista, quien con velocidad marca cada una de las notas que van dando origen a un mural egipcio que con ilustraciones bien detalles dan vida a un ritual aterrador, aquel que se concentra en una balanza que tiene en un lado una pluma; Fina y hermosa, un símbolo de pureza que pronto va cobrando mayor importancia, pues conforme mueve los dedos la misma se cubre por un destello dorado que enaltece la consistencia al mismo ritmo de la música, la cual transmite una orden en el cosmos que tiene como objetivo el pecho del caballero de Libra que debe probar su valor. - ¡Balance of Course! - Exclama lleno de ímpetu, algo que se complementa por una sonrisa cínica y sádica que pareciera eliminar por completo la furia, dando a enteder que está por mirar un espectáculo digno de un verdugo, de una entidad cuya misión es pesar el valor del corazón en comparación a la pluma de maat... Una prueba que parece imposible de pasar para los enemigos de Hades, pues solo los verdaderamente leales a esta entidad merecen la salvación. - ¡Qué tu corazón sea sometido al juicio! - Adjunta justo cuando un efímero brillo recorre sus ojos de manera maligna, despertando toda esa sed de sangre que solo puede brindar su talento, el más destacado de entre todos los espectros cuando de manifestar su arte se trata... Resultando prácticamente perfecto...*
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Faraoh de Esfinge
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Raibura no Douko, Rozan no Senshi
**De ese modo puede verse como el pecho del Atheniense comienza a hincharse de manera grotesca -Kgh... esto.. no puede estarme sucediendo...- musita cuando su peto comienza a resquebrajarse y la piel de su pecho ya no puede abarcar en su interior a toda aquella masa floreciente de carne que tras el aparente estallido de su zona pectoral se deja ver como su palpitante organo vital emerge desde una hendidura sobre su manto, cubierto de sangre y pequeños trozos esporádicos de l mismo oro que supo conformar su armadura -Grrhh.. es increible... el poder de este espectro...- murmura para sus adentros cuando siente que las arterias y venas que mantienen en su sitio a aquel corazón son forzadas hasta finalmente arrancarse, extendiendolo cual si fuese una ofrenda que flota macabramente por el aire, aproximandose a la balanza propuesta por el egipcio** |
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* Una prueba de pureza que en todo momento es acompañada por la música que constante sigue fluyendo con una interpretación un poco más lenta, como si quisiera que el agudo dolor estuviese aquejando por más tiempo al enemigo en turno que al perder el corazón solamente puede esperar el resultado final que llega en el instante en que aquel órgano toma la misma apariencia del mural que cambia por completo en el instante en que la balanza se inclina, mostrando con ello el peso de los pecados que posee el Santo Dorado de Libra. - Eres indigno de pisar la creación del Señor Hades, así que simplemente te espera la muerte... Sufre eternamente por tus pecados, en el Infierno. - Exclama con esa voz cínica y maliciosa, misma que en todo momento muestra la importante soberbia de la que es poseedor y que al mismo tiempo es reflejada en la sonrisa. - Este a sido el final, un espectáculo entretenido. - Tras lo último libera una risa fuerte y prolongada durante uno minutos...*
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Faraoh de Esfinge
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Raibura no Douko, Rozan no Senshi
**De ese modo el santo de Rozan se ve totalmente despojado de su órgano vital, por lo cual lo único que puede hacer es caer de rodillas al suelo y murmurar -Ninguna persona.. que luche por mantener la paz en el universo... será digna de ingresar en el reino del mal...- el sonido de aquellas rodilleras de oro al golpear el suelo es lo único que prevalece entre el silencio propio del sitio en donde se desarrolla el combate para finalmente dejarse caer de lleno al piso, cerrando sus ojos para permitir que la hemorragia propia de aquellas venas y arterias arrancadas sea lo que apague la llama de la vida de aquel valiente tigre oriental que se ve derrotado por el arpista del inframundo** |
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