|| El Dragón de la Cascada y el Dragón de la Ventísca - Atenian Sacred Guardian

Dubhe Alpha, Siegfried

*Entre cánticos y leyendas escritas sobre runas de la antigüedad, existe el mito de siete guerrero que nacen desde las estrellas polares con el único afán de resguardar la seguridad de la ciudadela sagrada del Norte: Asgard. Es en aquella nación, olvidada por el sol, donde una emperatriz carismática y hermosa ah evocado la leyenda y con ello despertado a los Siete Dioses Guerreros, dándole la encomienda al más bravo de sus fieles de partir a tierras orientales donde se supone un pórtico oculto conduce hacia la Atlántida y, con la gallardía y la sagrada obligación de servir a la Sacerdotisa, aquel guerrero ah llegado hasta donde sus ojos pueden vislumbrar las cinco antiguas montañas del rozan*

ΛSG - Dragon Shiryu

**Por su parte en uno de los bosques de bambú cercanos a la enorme cascada de Rozan se encuentra una figura masculina vistiendo un ropaje violáceo de usanza oriental y sentada apaciblemente en el suelo con sus piernas cruzadas y sus palmas apoyadas encima de las dos rodillas en la misma actitud relajada que demuestran sus ojos cerrados meditabundamente, cuando de repente éstos se abren dejando ver sus orbes verde oscuros al levantarse hacia el cielo -Siento una presencia extraña acercarse a este lugar...- murmura para colocarse de pie y simplemente correr hacia la orilla del río, buscando el origen de aquello que su sentido de la percepción extrasensorial le indica**

Dubhe Alpha, Siegfried

*Presencia que, al pie del caudal acuífero, se deja sentir soltada e imponente haciéndose notoria la frívola expresión de esta pues una bruma que le abraza comienza a hacer tintinear las aguas cuales mismas se van congelando a cada paso cercano de invasor cuyo andar no revela ni impaciencia ni vacilo; más bien se ve dotada de un porte imperial que hace resonar los chasquidos metálicos que su armadura púrpura hace resentir como anunciando su llegada*

ΛSG - Dragon Shiryu

**"Ahí está" piensa cuando por fin sus ojos encuentran al caballero del Norte a quien finalmente se dirige diciendo -Caballero.. ¿Quién eres tú y a qué has venido?- y tras haber dicho esto, simplemente dirige sus ojos al frente mientras observa de manera escrutadora a aquel guerrero y piensa "Este tipo de armaduras... no se parecen en nada a las de los caballeros en Grecia, ni siquiera las de los santos de Plata... y ese poder congelante... sólo lo he visto en Hyoga y el caballero de Acuario" medita de manera analítica mientras un ligero viento consigue remover tanto su larga cabellera como los pliegues de su ropa**

Dubhe Alpha, Siegfried

*El mismo viento que acaricia suavemente al oriundo del lugar llega hasta donde la esencia imponente del guerrero se hace de un magnífico y efímero espectáculo pues este se condensa a su rededor dotándolo de un aura brillante y blanquizca, como si diamantes pulcros se diluyeran en aquel pálido halo de luz -¿Tú eres de por aquí?- Cuestiona con sobre pesada gallardía -Soy un emisario de Asgard, y en nombre de mi pueblo eh venido a reclamar estas tierras como propiedad de la Señorita Hilda de Polaris, Emperatriz del Norte- Condenando aquel dictamen como si de una ordenanza se tratara -Debo pedir que te retires, y que lleves contigo a cualquier persona que pueda estar en los rededores... De hoy en adelante, nadie puede permanecer en este sitio sin consentimiento de Asgard- Asevera finalmente con bélico expresar que conjuga el semblante caucásico lleno de confianza y seriedad*

ΛSG - Dragon Shiryu

**El rostro del Oriental se transforma ahora en una expresión sorprendida cuando responde -Efectivamente he crecido en este lugar, he entrenado en este lugar, y gracias a mi entrenamiento bajo la tutela del Anciano Maestro, me he convertido en quien soy ahora.. el Dragon Shiryu...- y como si el solo mencionar su constelación guardiana tuviese un efecto secundario en su ser, alrededor suyo comienza a gestarse el suave ardor de un aura de luz cuyo color lleva consigo todas las tonalidades del verde y una presión suficiente para remover tenuemente la cabellera oscura de aquel caballero que continúa su parlamento al decir -Retírate ahora, pues no permitiré que nadie se adueñe de esta tierra que resulta sagrada tanto para mí como para Shunrei y el anciano Maestro..-**

Dubhe Alpha, Siegfried

**-Dragón Shiryu- Murmura entre un gesto risorio a penas visible bajo el fleco de su yelmo -Deberás saber, Caballero, que frente a ti tienes a Siegfried Doble de Alfa, conocido en Asgard como el Dragón del Norte- Con algo de desprecio ignora aquella luminiscencia esmeralda cuando reanuda su paso hacia la escalpada cascada del Rozan -No hay necesidad de derramar sangre inocente para completar mi misión... Pero en caso de encontrar rebeldía y desprecio al dictamen de la Señorita Hilda- Reclama cuando ya su cuerpo permanece a un costado del heroico joven -Me veré en el deber de erradicar toda amenaza- Ya cuando finalmente una sarcástica sonrisa se hace de sus labios, presuntuoso, altivo y seguro de su superioridad*

ΛSG - Dragon Shiryu

**Los ojos del santo de Bronce se entornan entonces con fiereza cuando decide responder las palabras de su contrincante al decir -En ese caso, no me quedará otra alternativa que combatir contigo...- entonces la pacificidad de su voz se ve ligeramente trastocada por un dejo combativo cuando finalmente exclama -¡Dragón!- y el aura que arde alrededor suyo comienza a emitir ciertas vibraciones cósmicas que van más allá del entendimiento de cualquier ser humano, las cuales son correspondidas por una tenue luminiscencia esmeralda que aparece al pie de la cascada de Rozan y lentamente va ascendiendo hasta que es posible ver la figura metálica de un Dragón Esmeralda que finalmente se envuelve de una majestuosa luz verdeazulada que finalmente estalla, descomponiendo la figura del reptil en grebas, rodilleras, cinturón, peto, brazal izquierdo, escudo, hombreras y tiara que van acoplándose sobre el cuerpo del Atheniense siguiendo ese orden y dejando alrededor del mismo un bello juego de luces cuyo color conoce todas las tonalidades del verde, invistiendo al Oriental como el legítimo caballero del Dragón, el mismo que se coloca en posición de combate con sus dos piernas separadas entre sí y el escudo por frente de su pecho -Ahora sí estoy listo para enfrentarte.. ¡Sin embargo te daré una última oportunidad para que te retires en paz!- expresa el valeroso Atheniense cuando cierra su puño derecho al costado de su abdomen "Sigfried, no sé por qué, pero su nombre e resulta conocido..."**

Dubhe Alpha, Siegfried

*Al terminar aquella espectacular composición, el rostro cauto de Siegfried se muestra intrigado por las vociferaciones y el fulgor mismo que aquel valiente guerrero despide con el mero exhalar de su cosmos ardiente pues, para los soldados del norte, toda batalla es sagrada y la gloria de convertirse en difunto batallando con honor es el premio que todo Dios Guerrero anhela, casi tanto como servir a su valiente nación -Interesante- Es la única palabra entonada por aquel caucásico cuya barbilla, enseguida, se ve recubierta por un protector inferior que desciende desde ambos flancos de su yelmo completando así la evocación aberrante y bestial de un dragón puesto que, aquella luminiscencia blanquizca, también deja ver como el destello áureo de las gemas propias del casco se apoderan de la escena dándole a las fieras mandíbulas un porte tétrico e intimidante -Vamos dragón, si no terminas conmigo... Entonces todas las personas a las que intentas proteger serán presas del Doble de Alfa- Presume en cuanto los vestigios de su energía irradiante condensan más allá de la horilla del río y así mismo una corriente eólica arremete contra los frondosos árboles que, inertes, permanecen a un costado de ambos guerreros sucumbiendo sus tímidas hojas al bravío andar del viento congelante*

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**Las palabras del Asgariano hacen que el santo de Bronce medite "Maestro, Shunrei... lo derrotaré por ustedes" y son aquellos pensamientos los que le permiten avanzar raudamente hacia donde se encuentra su oponente con una exclamación de guerra en sus labios y su larga cabellera ondeando tras su espalda cual si fuera el estandarte de batalla de algún Héroe legendario -Aquí voy... ¡Hyyaaa!- es la exclamación que se apodera del momento en que los pasos del Atheniense suenan metálicos en su andar y cada centímetro recorrido es contagiado por los vestigios del aura verde clara que arde alrededor del guerrero quien al posicionarse en frente del Dragón del Norte arroja su puño derecho hacia el frente buscando dar de lleno contra la barbilla del rival, manteniendo su escudo a la defensiva frente al pecho**

Dubhe Alpha, Siegfried

*Un destello entonces conjuga la guerra entre el verdoso esmeralda y el blanquizco azulado que, igual, penden de un destellante relampagueo propio del aura pálida y frívola donde se puede notar atascado el puño del Dragón Shiryu, como si este fuera testigo apresado de una barrera mística y traslúcida que no permite su avance hacia la fisionomía del Siegfried, cuya única respuesta radica en la saeta brillante que su puño conforma pues este se dirige con rudeza y potencia hacia el cercano rostro del oriundo del Rozan; mostrando su postura engalanada por el rígido montaje de sus músculos perfectamente acoplados al metal oscuro de su ornamenta*

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**Los ojos del Atheniense se abren de par en par al ver que su puño aparentemente da en el blanco pues efectivamente choca contra algo, sin embargo no llega a dañar a su oponente -Pero... ¿¡Qué!?- pregunta antes de recibir efectivamente el golpe de su oponente en pleno rostro, sin embargo afianza sus pies sobre el piso con todas sus fuerzas para evitar ser arrastrado hacia atrás por el mismo golpe que consigue hacerle girar su vista hacia un costado -Kgh... esto no puede... ser...- murmura entre dientes antes de arrojar nuevamente su puño hacia el frente, mas esta vez el objetivo a golpear es el vientre del rival sacando el mayor provecho posible de la distancia casi inexistente entre ambos para efectivizar su ataque, manteniendo su escudo frente al pecho a modo de defensa**

Dubhe Alpha, Siegfried

*La escena siguiente transcurre como un Déjà vu pues el puño del oriental se incrusta de tal manera que pareciera ser totalmente efectivo más, nuevamente, una fuerza extraña y con única descripción de blanca estela se hace con la resistencia suficiente para opacar al físico imponente de Shiryu, abatiendo su energía que choca crudamente contra la infranqueable e invisible barrera a unos pocos centímetros del verdadero cuerpo de Siegfried -Es inútil Dragón Shiryu, ningún guerrero...- Exclama queriendo tomar con sus manos la muñeca contraria que le acaba de atacar -Vivo o Muerto- Declama cual poeta de sus propios logros -¡Jamás ah podido tocarme!- Y, presumiendo su divina habilidad, el Dragón Doble de Alfa pretende apresar aquella extremidad del oponente y tirar de ella en un impetuoso accionar que habría de terminar en el lanzamiento furtivo e implacable con la única intensión de estrellarlo contra la frondosa maleza a un costado de la escena*

ΛSG - Dragon Shiryu

**Los ojos del Atheniense se muestran sorprendidos cuando una vez más su golpe parece n causar daño alguno en su contrincante y lo que es más, su brazo es agarrado por el rival para ser utilizado como palanca de la que el nórdico se vale para arrojar al santo de Rozan por los aires -Kgh... ¡Aahh!- exclama al ser lanzado, mas a media altura da una vuelta en el aire que le permite caer de pie, con una elegante flexión de sus dos piernas -Esto es imposible... ya van dos veces que he intentado pegarle y ha resultado en nada... ¿Cómo es posible... como lo hace?- se pregunta el Atheniense a medida que se pone lentamente de pie y un ligero hilillo de sangre brota desde el lado derecho de su boca por causa del golpe recibido**

Dubhe Alpha, Siegfried

*De inmediato el viento es cortado por un salto efectuado por el nórdico, dando volteretas y giros entre su efímero vuelo que finalmente le posiciona alejadamente del nativo -Espero eso fuera suficiente para hacerte entender que jamás podrás ganarme- Declama con superioridad mientras su diestra se levanta delicadamente dejando que entre sus dedos silbe suavemente el viento que traspasa la barrera -Ahora Dragón, ve en busca de aquellos a quienes proteges y llévatelos del Rozan- Comanda cuando desde su mano se pueden notar sus dedos replegados a excepción del índice que se postra amenazante al frente del flequillo de su yelmo, por donde su mirada se clava en aquel joven guerrero -Si vuelves a intentar atacarme, será tu fin- Y así, con la sentencia dictada, la eminencia de su cosmos fluye ahora impetuosa y desgarradora; haciendo que los vientos mismos se tornen alocados como los de un vendaval*

ΛSG - Dragon Shiryu

**Y es aquella corriente de viento que consigue remover la cabellera del Atheniense quien responde con vehemencia y convicción -No puedo acceder a tu petición, ya que despojar al anciano Maestro de su único lugar en el mundo sería totalmente injusto... como te dije, he crecido en estas tierras, y mi deber es protegerlas incluso con mi vida... ¡Así que ahora voy a atacarte con todo mi poder!- acaba por decir cuando su cuerpo vuelve a rodearse por aquel aura de tonalidad verdeazulada que en esta oportunidad se extiende hasta cubrir todo su espacio personal y por poco superarlo -Hmmm... aquí voy...- murmura cuando concentra toda la fuerza de su cuerpo para unificarla con su espíritu y el ambiente que le rodea consiguiendo fortificar su cosmoenergía para finalmente describir con sus manos un semicírculo frente al pecho, terminando aquel movimiento con su mano derecha extendida hacia arriba y la izquierda dirigiéndose directamente al piso**

Dubhe Alpha, Siegfried

*Ninguna ofensiva física parece desobedecer a Siegfried, más aquella energía regala una índole de irreverencia y así mismo intenta competir con la extensión total del cosmos guardián de Alfa; la mirada del dragón bicéfalo entonces se oculta tras de sus delgados y pálidos parpados dejando así que su voz conjugue un breve murmullo que galardona al oponente -Sin duda es una lástima Shiryu... Si tu deseo es proteger este sagrado lugar entonces...- Mientras su monólogo va concretándose la tierra bajo sus pies se va venciendo por el emanar torrencial de aquella frívola aura bendita -Haré del mismo tu tumba- Así, regalando nuevamente su mirada celeste, las palabras consiguientes que esgrimen sus labios resuenan condenando a todo aquel que se enfrente a los Dioses Guerreros y Asgard -¡Espada de Odín!- Evocando la infranqueable arma apuntalada del soberano del norte, haciendo que igual una delgada energía salga desprendida de su índice impactando sobre la tierra que rodea al dragón de oriente y dibujando con ella una circunferencia que abarca varios metros: Es aquella la ejecución elegante y portentosa de la Espada Odín cuyo único objetivo es dejar que la energía del Dios Guerrero actúe bajo la planta del rival y así, en un instante, este salga disparado hacia el cielo cautivo de una ventarrón cual mismo solo habría de culminar con la lluvia vertical de saetas apuntaladas e infinitas, salientes del mismísimo suelo cortado y siendo entonces verdugos del orgullos guardián*

ΛSG - Dragon Shiryu

**Por su parte, el Dragón de Oriente culmina con sus movimientos al terminar el círculo con sus dos brazos y dirige el izquierdo hacia el cielo mientras que el derecho se flexiona a su costado, como si se tratase de una flecha que se dispara hacia el frente cuando extiende su puño derecho hacia adelante y exclama -¡Dragón naciente!- y de ese modo toda su cosmoenergía se acumula alrededor de su antebrazo y sale despedida hacia adelante dando forma a un torrente luminiscente de color esmeralda que a medida que viaja velozmente por el aire da forma a la figura serpenteante de un enorme Dragón que surca velozmente el aire y deja oír un penetrante rugido que llega incluso a causar un pequeño temblor en la tierra bajo sus pies al dirigirse contra el pecho del Asgariano en el intento de arrasar con él y golpearlo de manera salvaje -ahora te atacaré con todas mis fuerzas.. ¡Te será imposible escapar! pero... ¿Qu- pregunta al ver que la tierra se fragmenta debajo suyo y finalmente se levanta, presa de un terrible vendaval -Aaaargh!- exclama al ser arrojado por los aires en medio de aquellos trozos de roca que se pulverizan instantáneamente ante el terrible ataque del Dios guerrero que sumerge al Atheniense en una profusa nube de polvo, la cual deja al inconcluso el desenlace del ataque del nórdico**

Dubhe Alpha, Siegfried

*El Gemido y el Rugido del Dragón se alzan por igual sobre el viento pues aquella serpiente voladora impacta sobre todo el cuerpo de Siegfried quien, a pesar de aún sostener aquella armadura invisible, se ve atascado en la guerra de oposiciones forzadas mientras su energía tormentosa compite contra el cosmos puro y magnánimo del rival; finalmente las botas del nórdico se ven despegadas del suelo y este mismo se denota por el viento arrastrado por las fauces impulsoras del dragón donde todo movimiento se ve opacado por la radiante luz sobresaliente de tal embate: culminando el mismo abruptamente sobre el suelo a varios metros de distancia y siguiendo el curso sobre la tierra misma abriendo un surco con las espaldas del vikingo que, al último instante, encuentra el agua del río como receptor de su impulso violento y sobrehumano*

ΛSG - Dragon Shiryu

**Y cuando la nube de polvo se desvanece en el aire, es posible ver el cuerpo el santo de Rozan en medio de un cráter con su torso desnudo y desprovisto de toda clase de restos de aquella armadura que ahora se encuentra dispersa en el piso reducida a pequeños trozos de bronce esmeraldino -Kgh... si no fuera por mi armadura... yo ya no estaría aquí... pero es que--- incluso mi escudo fue destruido... ¿Cómo es posible...? Su ataque de la Espada de Odín... es tan...- lentamente sus ojos se cierran y va sumergiéndose en un estado intermedio entre la consciencia y la inconsciencia, recordando cada momento del entrenamiento bajo la tutela del anciano Maestro y una voz que le comunica -Shiryu... ¿Acaso lo has olvidado? el poder de Excalibur duerme en tu brazo derecho, es la espada sagrada que lo corta todo... no lo olvides jamás, Shiryu...- y son aquellas palabras las cuales hacen que a pesar de no poder levantarse, el Dragón que habita en su espalda continúe en su lugar**

Dubhe Alpha, Siegfried

*Un nuevo quejido se convierte de inmediato en un inverosímil rugir que proviene de la cascada misma pues, el raudo caudal de esta, se ve cortado por una saliente de viento que arrastra consigo el agua y la condensa al instante viéndose como todo aquel líquido actúa contra voluntad y siguiendo el rastro de una ventisca propia del extremo norte del mundo "¿Cómo es posible?" Se cuestiona el vikingo que emerge de tan magnífico espectáculo acuífero entre amargos destellos platinos, pálidos y violetas "Mi Armadura Sagrada está intacta, ¿Entonces cómo?" Medita Siegfried al mirársele entre los dedos una sustancia radiante y carmín que asemeja al lúcido color de las llamas infernales -Ningún hombre había sido capaz de lograr tal hazaña- Asevera ahora con un índole de furia, más que de valor en sus vocablos -Shiryu... Nunca olvidaré tu nombre- Escupe de entre sus labios que igual permanecen por detrás del emanar escarlata de la Sangre del Dragón... Cuyo cosmos infinito comienza a hacerse nuevamente con la fuerza extraordinaria del héroe legendario*

ΛSG - Dragon Shiryu

**Es entonces cuando las dos palmas del santo de la esperanza se abren, apoyándose sobre el suelo derruido alrededor suyo pada ponerse lentamente de pie, mostrando varios cortes a lo largo de su cuerpo -Kgh... él tiene razón... no puedo perder esta batalla...- una vez habiendo dicho esto, se yergue en toda su estatura de manera lenta y dolorosa para luego decir -Caballero... Sigfried de Doble Alpha... ahora que no tengo mi armadura.. cualquier ataque podría resultarme fatal... por eso, encenderé mi cosmoenergía hasta el límite...- sentencia cuando una vez más comienza a arder aquel aura luminiscente alrededor de su cuerpo con tanta potencia que la presión cósmica consigue elevar su cabellera cual si fuese una cascada invertida, permitiendo que en su musculosa espalda se vea la figura del Dragón ascendente cuya garra derecha coincide con su corazón -Una vez más, te ofrezco la posibilidad de retirarte en paz...-**

Santo Dorado de Sagitario ~ Aioros

*"Esta batalla no terminará hasta uno de los dos esté muerto" Menta seguro de la convicción del oponente "Si me fuera posible, elegiría otorgarte la victoria Dragón... ¡Pero debo cumplir con mi misión como Dios Guerrero de Asgard!, Por mi pueblo y ¡Por Hilda!" Reclama a sus pensares mismos cuando la fulminante energía, que irradia por todo el interior de su espíritu, se hace concebir en una luz extendida por todo el lugar donde enseguida la ventisca ascendente es domada por sus puños pues estos se mueven y las corrientes eternas y heladas emulan aquella misma acción; entre relámpagos violetas e incluso radiantes rojos celestiales, que se alzan y abrazan todo el manto acuífero de río haciendo con el mismo caudal de este -Shunrei... Y a quién tu llamas "Viejo Maestro"... Ten por seguro que ninguno de ellos caerá bajo el yugo del imperio... Te doy mi palabra- Y en cuanto el sabio dictamen del opositor del norte, sus manos comienzan a verse cubiertas por un relámpago plasmado y cautivo de una par de esferas: cada una abrazando las manos de aquel quien intenta juntarlas por encima de su cabeza en una caótica escena que pende del poder y la energía de los ambos combatientes*

ΛSG - Dragon Shiryu

**el rostro del santo de Rozan se encuentra totalmente serio, y su expresión no cambia ni un ápice al oír las palabras de su rival a quien le responde -Caballero, eres un ser honorable... sin embargo, nuestro destino está sellado... confío en tu palabra, sin embargo solo uno de nosotros debe sobrevivir a este encuentro... ¡Y yo te doy mi palabra de que lucharé con todo mi poder por ser el vencedor!- acaba por decir cuando su cuerpo entero se rodea de aquella luz esmeralda que poco a poco va dando forma y concentrándose en lo que parece ser una cascada luminiscente que fluye en dirección ascendente, recubriendo por completo el cuerpo del Oriental en cuyo antebrazo derecho comienza a gestarse el tenue chisporroteo de pequeñas partículas de luz dorada que van en constante incremento a medida que detrás de su espalda puede verse la silueta ilusoria de un Dragón que asciende serpenteante por la cascada cósmica**

Dubhe Alpha, Siegfried

*Palabra alguna está de más, a excepción de aquella tercia que se resguarda en los labios del nórdico mientras su figura se ve iluminada en totalidad por una blanquizca radiación proveniente del juego atómico que se conjuga entre sus manos alzadas por encima de su cabeza; los torrentes domitos de agua se ven entonces como un par de fauces demoniacas pues el Dragón bicéfalo encuentra forma tras del guardián de Alfa: su energía parece pender de la más delicada concentración y el aún más inverosímil equilibrio pues vasta de instantes para que esta masa energética se vea provista por una fornitura de relámpagos caóticos y extrañas eminencias cual si el viento fuera calcinado por el cosmos más puro -¡VENTISCA DEL DRAGÓN!- De pronto el silencio de sus labios es partido el expectorar vehemente e imperial de su técnica más alta, haciéndola concebir ante la mirada esmeralda pues sus brazos se acomodan momentáneamente a un costado de su pecho y al unísono de sus vocablos se elevan hacia el frente dando libertad a un dueto de esferas violetas que recorren la distancia en cuestión de meros segundos fraccionados donde las aguas y la ventisca helada y relampagueante se ven cautivos de la vía direccional de aquel ataque cuando, finalmente, ambos globos se fusionan en una singular y gigantesca masa energética cuyo único objetivo es el cuerpo desnudo de Shiryu: ahí con la última cienmilésima de segundo que deja vulnerable al guerrero invencible*

ΛSG - Dragon Shiryu

**El santo de Bronce observa todo aquello con expresión seria e inamovible, como si estuviese listo desde el primer momento de su vida a enfrentarse directamente con la muerte ya sea de una u otra forma, por lo que simplemente exclama -Shura de Capricornio.. ¡¡Préstame.. tu Excálibur!!- y al haber dicho esto, traza un corte vertical con su brazo derecho, colocando su mano en una posición que semeja a la hoja de una espada que al cortar el aire deja a su paso un rastro de luz verde que viaja directamente hacia el frente a una velocidad absoluta e igual a la de la Luz en el vacío mientras a cada centímetro que avanza deja un profundo corte en el rocoso suelo de Rozan -Adiós Maestro, adiós, Shunrei...- murmura cuando es arrastrado hacia arriba por la terrible ventisca del Dragón del Norte que a pesar de su terrible poder resulta atravesada por aquel corte llano que busca impactar directamente contra todo el torso de su rival en tanto el cuerpo del Atheniense es arrojado contra el fondo de la cascada y arrastrado por sus aguas que lo envuelven y acarician su malherido cuerpo conduciéndolo a su lecho de descanso eterno**

Dubhe Alpha, Siegfried

*La energía cortante llega hasta donde la bruma blanca nuevamente parece activarse, tragándose con esfuerzos y destellos paulatinos todo aquel poderío en cuanto el punto exacto donde la escarcha humeante no puede llegar es alcanzada por la Sagrada espada; La armadura se quebranta ofreciendo poca resistencia y, así mismo, la piel, músculo y cavidad ósea de Siegfried se vencen dejando desprotegido cada tejido en el interior al alcance del impacto cuando una saeta líquida sale disparada hacia el suelo pues, desde sus fauces, el dragón nórdico escupe el carmín de su sangre y cae sobre sus espaldas donde el agua le sumerge "No es posible... Esa velocidad" Menta forzándose entre la corriente y aferrándose a la terrenal orilla con el pálpito involuntario de su corazón apresando incluso sus pulmones -Unos centímetros más y sin duda esa espada...- Menta a la deriva del río que hace honor al eterno honor de Shiryu, y deja sobre su caudal al herido y fatigado Siegfried…*