Vivir despeina!... ¡qué frase tan cierta! Todos deberíamos atender
esta frase con intensidad, sin poses, disfrutando cada momento, <
cada experiencia, cada afecto. Sin duda, seríamos más felices. Hoy
he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he
decidido escribir una carta a la hija que algún día voy a tener·
para que ella viva! La carta que escribí titula: "Instrucciones
para ser mujer en el siglo XXI", y me gustaría compartirla con
ustedes:
Valentina, El mundo esta loco. Definitivamente loco. Lo rico,
engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro, arruga.
Y lo realmente bueno de esta vida, despeina. ¿Reírte a carcajadas? Despeina.
Viajar, volar, correr, meterte en el mar, quitarte la franela, despeina. Bailar hasta que
dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el
pelo irreconocible. La primera vez que nos veamos yo voy a estar
con una bata celeste y el pelo revuelto. Sin embargo, no tengas
dudas, va a ser el momento más feliz de mi vida.
Es ley de vida:
siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.
Puede ser, Valentina, (porque si de algo estoy segura es que te
vas a llamar Valentina), que te veas tentada a ser una mujer
impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera.
El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia. Péinate, ponte,
sécate el cabello, cómprate, corre, adelgaza, come sano, adopta un
perrito, y tú, sigues las instrucciones hasta que un día te miras
al espejo, dejas el perrito en el parque y dices: OK, todo muy
lindo pero ¿cuándo me van a dar la orden de volver a ser feliz?
Ese día te vas a dar cuenta que para lucir linda, te tienes que sentir
linda, ¡la persona mas linda que puedas ser! Para eso, hija, las
mujeres del siglo XXI tenemos algunos trucos.
Nos escondemos las arrugas y nos resaltamos los lunares. Ya no dejamos que subestimen lo que pensamos. Y dejamos de subestimar el poder de un buen
escote.
Inventamos una palabra: metro-sexual. Para que sean ahora ellos los que vivan paranoicos con las cremitas, el pelito y los masajitos, mientras nosotras nos reunimos con amigas. Los 28 de cada mes ya no nos ponemos histéricas, porque es el día que cobramos y nos llevamos la plata para mantener la casa y
premiarnos con algún par de zapatos.
Valentina, imagínate con un traje de Oscar de la Renta, o con un mono de trotar en la cola del supermercado, o durmiendo con una camisa del hombre de tu vida. Lo único que importa es que al mirarte, veas a la Valentina más linda que puedas ser, no solo por fuera, desde adentro. Valorándote, amando, orando, apoyando, siendo amiga, realizándote no importa lo que elijas ser y hacer, debes buscar tu felicidad y la voluntad de Dios…
Aquí va mi humilde recomendación: "Baila, enamórate, relájate, viaja, salta, acuéstate tarde, levántate temprano, ponte linda, ponte cómoda y, sobre todo, deja que la vida te despeine. Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar!".
Porque el mundo es Hermoso. Definitivamente Hermoso