No te aferres al pasado ni a los recuerdos tristes, no reabras la herida que ya cicatrizó.
No reavives los dolores ni sufrimientos antiguos, lo que pasó… pasó.
Pon todas tus fuerzas cada día en construir una vida nueva y camina de frente, con ilusión… sin mirar atrás.
Haz como el sol, que nace cada día
Sin pensar en la noche, que ya marchó.
Deja atrás el pasado gris… no lo olvides pues siempre sirve para aprender de la experiencia y que no vuelva a suceder.
E ilumina con tus rayos todos los días, intentando resplandecer al máximo cada segundo de los mismos o al menos, darle tono a ese gris…
Si, llena tu vida de luz, de amor, conseguirás así transmitir tus rayitos a los que están cerca fabricando “soles”, haciendo entre todos unos días más bellos, llenos de color, consiguiendo incluso borrar la oscuridad de las noches, en donde la luna, aún resaltará más.
Cheffo – José Antonio Dávila.
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