GRACIAS A MI PERRO
Por tus mimosas caricias
que son brutas y desgarran,
Por tu bocaza terrible,
La que me llena de baba.
Y tu cuerpo tan peludo
y tus ojazos grandotes,
y tus manos como garras
que me demuestran su amor
aunque sean tan pesadas.
Y por tus alaridos,
que suenan en la madrugada
diciéndome que me cuidas
Aunque nunca pasa nada.
Y hasta por tu bruteza.
Y por no emitir palabras,
Y solo darme gemidos
que suenan como trompadas...
Es por eso que te quiero.
Porque no me dices nada...
Porque sólo faltaría,
Mi cielo: que tú hablaras.