JUEVES SANTO.
Jesús se despide de sus discípulos con una cena. Allí les lava los pies, como símbolo de su entrega total; una entrega que sus seguidores también tenemos que vivir. Y a la vez nos deja el pan y el vino de la Eucaristía, su presencia que será nuestro alimento a lo largo del camino de la vida.
VIERNES SANTO.
Jesús es humillado, torturado y clavado en la cruz, y desde la cruz nos demuestra lo que significa amar totalmente, como sólo Dios puede amar. Nosotros hoy, escuchando el relato de la Pasión, rogando por toda la humanidad, venerando la cruz y comulgando, le agradecemos su amor, y afirmamos nuestra fe en Él y en su camino de fidelidad y entrega.
festa.-