Mensaje de María Reina de la Paz
del 2 de julio de 2010
Queridos hijos, mi llamado maternal, que hoy les dirijo, es un llamado a la verdad y a la vida. Mi Hijo, que es la Vida, los ama y los conoce en verdad. Para conocerse y amarse ustedes mismos deben conocer a mi Hijo, mientras que para conocer y amar a los otros deben ver a mi Hijo en ellos. Por ello, hijos míos, oren, oren para que puedan comprender y abandonarse con espíritu libre y ser completamente transformados y de este modo tener ya en la tierra el Reino de los Cielos en sus corazones. ¡Gracias!