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La devoción a la Santísima Virgen: María: profetizada en el Antiguo Testamento.
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: conmariano  (Mensaje original) Enviado: 27/07/2010 13:22

Autor: Enciclopedia Católica | Fuente: www.enciclopediacatolica.com
1. María: profetizada en el Antiguo Testamento.

Enciclopedia Católica. ¿Existen pasajes bíblicos que anuncien la llegada de María, como los hay de Jesucristo? Si en los Evangelios casi no se habla de María, ¿cómo sabemos dónde vivió, con quién, cómo era...? ¿Cómo trataron los primeros cristianos a María

1.  María: profetizada en el Antiguo Testamento.
El Antiguo Testamento se refiere a Nuestra Señora tanto en sus profecías como en sus tipos o figuras.


Génesis 3:15

La primera profecía referente a María se encuentra en los capítulos iniciales del Libro del Génesis (3:15): "Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo; ella te aplastará la cabeza y tú estarás al acecho de su talón". Esta versión parece diferir en dos aspectos del texto original hebreo:

  • En primer lugar, el texto hebreo emplea el mismo verbo para las dos versiones traducidas "ella te aplastará" y "tú estarás al acecho"; la Septuaginta traduce el verbo en ambos casos por "terein" (estar al acecho); Aquila, Símaco y los traductores sirios y samaritanos traducen el verbo hebreo por expresiones que significan aplastar, magullar; el Itala traduce el "terein" utilizado en la Septuaginta con el término latino de "servare" , vigilar; S. Jerónimo (1) sostiene que el verbo hebreo tiene el significado de "aplastar" o "magullar" más que el de "estar al acecho", "vigilar". Sin embargo en su propio trabajo, que se convirtió en la Vulgata latina, el santo emplea el término "aplastar" (conterere) en primer lugar, y "estar al acecho" (insidiari) en segundo. Por tanto el castigo infligido a la serpiente y la venganza de ésta están expresadas con el mismo verbo: pero la herida sufrida por la serpiente es mortal, ya que afecta a la cabeza, mientras que la herida causada por ella no es mortal, ya que es infligida en el talón.

  • El segundo punto de diferencia entre el texto hebreo y nuestra versión se refiere al agente que va a infligir la herida mortal a la serpiente: nuestra versión coincide con el texto actual de la Vulgata en traducir "ella"(ipsa) que se refiere a la mujer, mientras que el texto hebreo traduce "hu´" (autos, ipse) que se refiere a la descendencia de la mujer. Según nuestra versión y la traducción de la Vulgata, será la mujer quien obtenga la victoria; según el texto hebreo, ella vencerá a través de su descendencia. Es en este sentido en el que la Bula "Ineffabilis" atribuye la victoria a Nuestra Señora. La versión "ella" (ipsa) no es ni una corrupción intencionada del texto original ni un error accidental, sino que es una versión explicativa que expresa explícitamente el hecho de la participación de Nuestra Señora en la victoria sobre la serpiente, que está contenido de manera implícita en el original hebreo. La fuerza de la tradición cristiana referente a la participación de María en esta victoria puede deducirse del hecho de que S.Jerónimo mantuviera "ella" en su versión a pesar de su familiaridad con el texto original y con la traducción "él" (ipse)en la antigua versión latina.

    Dado que es comúnmente admitido que el juicio divino se dirige no tanto contra la serpiente como contra el causante del pecado, la descendencia de la serpiente hace referencia a los seguidores de la serpiente, la "progenie de víboras", la "generación de víboras", aquellos cuyo padre es el Diablo, los hijos del mal, imitando, non nascendo (Agustín) (2).

    Puede darse la tentación de comprender la descendencia de la mujer en un sentido colectivo análogo, abarcando a todos los nacidos de Dios. Pero "descendencia" puede no sólo referirse a una persona en particular, sino que generalmente tiene dicho significado, si el contexto lo permite. S. Pablo (Gálatas 3:16) da esta explicación de la palabra "descendencia" tal como aparece en las promesas de los patriarcas: "A Abraham y a su descendencia fueron hechas las promesas. No dice a sus descendencias, como de muchas, sino de una sola: "Y a tu descendencia", que es Cristo. Finalmente la expresión "la mujer" en la frase "Pondré enemistad entre ti y la mujer" es una traducción literal del texto hebreo. La Gramática Hebrea de Gesenius-Kautzsch (3) establece la norma: es un rasgo peculiar del hebreo el uso del artículo para indicar una persona o cosa todavía desconocida o que todavía está por describir con claridad, ya se encuentre presente o tenga que considerarse bajo las condiciones del contexto. Dado que nuestro artículo indefinido cumple este propósito, se podría traducir: "Pondré enemistad entre ti y una mujer".

    Por tanto la profecía promete una mujer, Nuestra Señora, que será la enemiga de la serpiente en un grado sobresaliente. Además, la misma mujer saldrá vencedora sobre el Demonio, al menos a través de su hijo. La rotundidad de la victoria es subrayada por la frase contextual "comerás tierra", que es según Winckler (4) una antigua y común expresión oriental que denota la máxima humillación. (5)


  • [1] Quaest. hebr. in Gen., P.L., XXIII, col. 943
    [2] cf. Wis., ii, 25; Matt., iii, 7; xxiii, 33; John, viii, 44; I, John, iii, 8-12.
    [3] Hebräische Grammatik, 26th edit., 402
    [4] Der alte Orient und die Geschichtsforschung, 30
    [5] cf. Jeremias, Das Alte Testament im Lichte des alten Orients, 2nd ed., Leipzig, 1906, 216; Himpel, Messianische Weissagungen im Pentateuch, Tubinger theologische Quartalschrift, 1859; Maas, Christ in Type and Prophecy, I, 199 sqq., New York, 1893; Flunck, Zeitschrift für katholische Theologie, 1904, 641 sqq.; St. Justin, dial. c. Tryph., 100 (P.G., VI, 712); St. Iren., adv. haer., III, 23 (P.G., VII,, 964); St. Cypr., test. c. Jud., II, 9 (P.L., IV, 704); St. Epiph., haer., III, ii, 18 (P.G., XLII, 729).




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