Primera Sesión: AMOR ETERNO Y GRATUITO DE DIOS
1. Ejercitarse durante el día, y todos los días de la semana, en percibir el amor de Dios en casa. Considerar que cada cosa agradable que veo, siento, oigo, gusto, es un regalo especial, un mensaje de amor que el Padre Dios me envía expresamente a mi como si en cada cosa me dijera: te amo mucho. Y yo respondo: "Gracias , Padre mío, yo también te amo".
Esta mañana radiante, esa música preciosa, ese saludo cordial , esta sombra fresca, esa sonrisa, esta atenta llamada telefónica, ese ramillete de flores, esa buena noticia .... son cartas de amor que el Padre me envía. Y yo respondo; "Gracias, y yo también te amo".
Este clima agradable, ese paisaje, esta sabrosa comida, este acontecimiento familiar... son cartas de amor; "Gracias yo también te amo”.
Desapareció el dolor de cabeza, la hija sanó, la película me encantó, hoy ha ido bien el negocio familiar, he dormido admirablemente, amanecí tan contento, esta noche estrellada, ese mar azul, este precioso valle, esa conversación tan agradable, esta persona tan encantadora ... son cartas de amor. "Gracias, yo también te amo".
Y así durante toda la semana, dedicarse a este diálogo de amor con el Padre Dios, que me manifiesta su ternura en tantas cosas de la vida.
2. En la cotidiana media hora dedicarse a profundizar en el ejercicio de la Lectura Rezada con los Salmos 16, 23 y 63, sin salirse de esos salmos, volviéndolos a repetir.
"Estudiar" durante la media hora el texto bíblico señalado para cada día teniendo presente la pequeña pedagogía para meditar y vivir la Palabra, anotando en el cuaderno el versículo que más le haya impactado.
Escribir en el cuaderno una lista de cosas, personas y acontecimientos de mi vida que yo considero como cartas de amor que Dios me ha enviado o me envía, para leer esa lista en la próxima Sesión.
Lecturas: Isaías 41, 8-20. Oseas 2, 16-25. Josué 1, 1-10. Juan 14, 9-20. Salmo 118. (con lectura rezada). Gálatas 4, 1-7. Isaías 43, 1-10
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