TALLER DE ORACIÓN
Segunda Sesión:
JESÚS NOS REVELA AL PADRE
1. Ejercitarse durante todo el día, y todos los días de la semana, en ver que todos los hombres y en general todas la criaturas son amadas por Dios desde siempre. Y, en una actitud de solidaridad con el - Padre Dios, ante toda persona que vea o recuerde (al acordarme cómo El Padre le ama) diré a mi Dios: "yo también la amo".
El locutor de radio, el ministro que acaba de hablar, ese personaje que aparece en la televisión, el político que aparece en el periódico, El empleado de la tienda, la cajera, el dueño del establecimiento.... al recordar que Dios los ama, por cada uno yo responderé a Dios: "yo también lo amo".
El vecino o la vecina, aquel que un día me hizo tanto daño, el político del partido contrario, la chismosa del vecindario, el hermano "difícil" de la comunidad, el hijo rebelde, el esposo egoísta, el pariente que no me habla desde hace años, ese otro que ha sido mi peor enemigo..., al recordar que Dios los ama, responderé: "Padre, también yo los amo".
Al salir de casa, ante tantas cosas que ven mis ojos: esos pájaros , la ama de casa haciendo la compra, esos niños que juegan, las montañas, la nieve, los jardines, esos jóvenes alegres, ese perrito juguetón, el conductor del autobús..., el mundo entero es un enorme sacramento de amor. "yo también lo amo".
2. En la media hora, al "estudiar" el texto de cada día, hacerlo con la modalidad de Lectura Rezada, anotando en el cuaderno los versículos que más me dicen algo.
Lecturas: Josué 1, 1-10, Isaías 54, 1-10. Salmo 103 (lectura rezada). Mateo 11, 25-30. Salmo 84 (lectura rezada). Isaías 60, 1-22. Juan 15, 1-17.