TALLER DE ORACIÓN

RECONCILIACIÓN INTEGRAL

Vivir otra gran semana de Paz. Dedicarse durante todo el día, todos los días, a atajar las flechas que te vienen del otro.

Al ver aquella persona, y recordar el daño que te hizo, sacarlo de la mente con un " en tus manos la dejo".

Esa persona que desde hace meses ni te habla ni te mira... " en tus manos la dejo ".

Siempre que recuerdes aquella equivocación que tanto lamentas, aquel desacierto que te entristece, aquel fracaso que te avergüenza... " en tus manos lo dejo ".

Cuando te sorprendas a ti mismo con que ya estás removiendo en tu mente aquella traición que te hicieron, aquella actitud injusta, aquel desamor, aquel desprecio, aquella incomprensión, aquel comentario desfavorable... " en tus manos lo dejo ". Y olvídalo.

Piensa que tu disgusto no depende de lo que los demás hagan de ti, sino de la importancia que tú le das. No hagas depender tu felicidad de los demás en este sentido.

Problemas insolubles: hijos desorientados, cónyuges irresponsables, parientes o vecinos molestos... " en tus manos los dejo ", sin darles vueltas en la mente.

Los chismes o maledicencias que han corrido detrás de ti, en contra de ti... "en tus manos los dejo", sin removerlos en tu mente.

En la "sagrada" Media hora, al estudiar con la pequeña pedagogía, el texto bíblico de cada día y anotar en el cuaderno el versículo que más te impacte.