CARTA DE UNA MADRE A OTRA EN EL PAÍS VASCO
- De madre a madre:
Vi tu enérgica protesta delante de las cámaras de TV en la
manifestación de ayer a favor de la reagrupación de
presos de ETA y su transferencia a cárceles del país vasco.
Vi cómo te quejabas de la distancia que te separa de tu
hijo y de lo que supone económicamente para ti ir a visitarlo
como consecuencia de esa distancia.
Vi también toda la cobertura mediática que dedicaron a
dicha manifestación, así como el soporte que tuviste de
otras madres en la misma situación y de otras personas
querían ser solidarias contigo, y que contáis con el apoyo de
comisiones pastorales, órganos y entidades en defensa de
los derechos humanos, ONG,s, etc., etc.
Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación.
Enorme es la distancia que me separa de mi hijo. Trabajando
y ganando poco, idénticas son las dificultades que tengo para
visitarlo. Con mucho sacrificio sólo puedo visitarlo los
domingos, porque trabajo incluso los sábados para el sustento
y educación del resto de la familia.
Felizmente también cuento con el apoyo de amigos, familiares, etc.
Si aún no lo sabes, yo soy la madre de aquel joven que murió
cuando se dirigía al instituto y que al pasar cerca de un coche
aparcado, éste hizo explosión a causa de la bomba lapa que
tu hijo puso en los bajos de ese coche. En la próxima
visita, cuando tú estés besando y acariciando a tu hijo, yo
estaré visitando al mío y depositándole unas flores en su tumba.
Ah!, se me olvidaba: ganando poco y sosteniendo la economía
de mi casa, a través de los impuestos que pago, tu hijo seguirá
durmiendo en un cómodo colchón y comiendo comida
caliente todos los días.
Otra cosa querida: ni al cementerio, ni a mi casa, nunca
vino ningún representante de esas entidades que tan
solidarias son contigo, para darme apoyo ni dedicarme unas
palabras de aliento, y ni siquiera para decirme
cuáles son MIS DERECHOS.
Si estás de acuerdo con esta carta, hazla circular.
Quién sabe si entre todos podremos invertir esta inversión
de valores que existe en España, donde terroristas y
delincuentes tienen más derechos que los ciudadanos
normales que sólo queremos vivir en paz.
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