El cachalote que agonizaba en las proximidades de una playa de la región de Apulia (la de Foce di Capo Iale-Laguna di Varano), en el sureste de Italia, ha muerto, como ya ocurrió con sus seis compañeros. Los cetáceos, que han mantenido en vilo a la población, llegaron en la noche del jueves a las costas italianas por razones que aún se desconocen.
Varias personas contemplan a una de las ballenas varada. | Afp
Los siete animales arribaron en la costa del mar Adriático, una zona muy poco habitual para el tránsito de este tipo de cetáceos en esta época, en compañía de otros dos, que consiguieron salir con vida.
Como hipótesis más probable, los investigadores creen que los animales arribaron allí por sonidos de muy elevada intensidad que les hicieron perder el rumbo, o quizá por actividades de búsqueda de hidrocarburos en la zona.
A falta de realizarles las autopsias y cuando las autoridades aún buscan un modo de retirarlos de la playa, los veterinarios apuntan a que la muerte se debió a causas naturales.
Uno de los siete, el fallecido este domingo, seguía agonizando el sábado y el Ministerio de Medioambiente italiano rechazó la solicitud enviada por las autoridades locales de sacrificarlo para no prolongar más su agonía.
En un comunicado, la organización de defensa del medio ambiente Greenpeace asegura que, desafortunadamente, se pudo hacer poco para salvar la vida de los cachalotes muertos: "Se trata de un suceso extraordinario, no sólo para Italia, sino único probablemente en el Mediterráneo: no es común no sólo la presencia de tales animales en este periodo del año en la zona, sino sobre todo su huida masiva a la playa".
Articulo del diario El Mundo.