Cuando alguien me pregunta,
que cual es la tierra mía,
no digo nunca Sevilla,
digo siempre Andalucía.
Pues si Sevilla es la madre,
que me dio ciudadanía,
las otras siete Provincias,
que forman la geografía,
son por vínculos de raza,
mis tíos o mis tías.
Y así tengo una familia,
con mas o menos riqueza,
pero que nadie les gana,
en la gracia y la belleza.
Mi tío Cádiz, marinero,
flor de la marinería,
con su barquito velero,
va cruzando la bahía.
Aquel que cuando esta triste,
casi nunca se le nota,
ya que remedia sus males,
celebrando carnavales,
con coros y chirigotas.
Mi tía Huelva, choquera,
madrina de Juan Ramón,
plataforma marinera,
de donde salio Colon,
mandando tres carabelas.
Flamenca de blanco y verde,
soñadora y cantarina,
donde el Alosno y Valverde,
suenan por las cuatro esquinas.
Mi tía Córdoba, la hermosa,
amor de Luna y lucero,
sultana de Abderramán,
novia de Julio Romero,
que siendo reina y sultana,
se escapo de la mezquita,
para volverse cristiana.
Mi tío Jaén, minero,
hombre flamenco y viril,
siempre mirando la tierra,
al resplandor de un candil,
siempre cantando las penas,
de su penoso vivir.
Mi tío Jaén, tiene un niño,
entre Baeza y Linares,
moreno verde aceituna,
color de los olivares.
Y una niña “La Cazorla”
cruce de sierra y jardín,
la que hace muchos años,
se le ocurrió hacer pipí
y a lo que largó la niña,
le llaman Guadalquivir.
Mi tía Almería, la pobre,
la mas pobre de mis tías,
siempre arrimadita al mar,
huyendo de las sequías.
Pero pronto lloverá,
los campos, fertilizarán,
y llegara un nuevo día,
que se vuelva la mas rica,
mi pobre tía Almería.
Mi tía Granada, la guapa,
viuda del gran Boabdil,
que lloró en sus minaretes,
cantando en el Albaicín,
porque mi señá Graná
tiene una pena escondía,
que la tiene trastorná.
Cuando por la noche canta,
en la torre de la Vela,
García Lorca despierta,
y la Alambra se desvela,
el Sacromonte le baila,
al son de sus castañuelas.
Mi tía Málaga, la bella,
cosmopolita y coqueta,
que tiene por falda el Mar,
y la sierra por peineta.
Capricho de Sol y Luna,
donde no existe lo gris,
donde el turista extranjero,
se tiene que descubrir,
aunque no lleve sombrero.
Son dos primas muy bonitas,
que las quiero como hermanas,
por eso y otras razones,
de cariño y simpatía.
Esas dos primas queridas,
allá en la costa Africana,
Ceuta de mi tía Cádiz,
Melilla de mi tía Málaga.
Por eso:
Cuando alguien me pregunta,
que cual es la tierra mía,
no digo nunca Sevilla,
digo siempre Andalucía.
Autor Juan Quesada, recita Diego Gómez
dedicado a mi marido, a mi andaluz del alma
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