Fué un día de esos tantos nos llamábamos… en mi pantalla tu aparecías nos fuimos conociendo, como el sol conoce al día me faltabas cuando tu no estabas poco a poco te empecé a amar.
El cristal de mi pantalla... conocía de tu presencia mis manos nerviosas temblaban cuando en el teclado mis letras de amor para ti eran recitadas.
Un día te pedí ...que a mi cita acudieras quería conocer tu rostro... tocar tu piel -¿quieres venir a tomar un café?- con ansías eso te expresé.
Frente a un gran ventanal esperaba tu llegada… mas el tiempo pasaba y mi café se enfriaba…. y tu no llegabas así fué como mi frío café y mi fría soledad se quedaron sin ti… de tanto y tan esperar