|
|
De solo imaginarme
De sólo imaginarme que tu boca pueda juntarse con la mía, siento que una angustia secreta me sofoca, y en ansias de ternura me atormento...
El alma se me vuelve toda oído; el cuerpo se me torna todo llama y se me agita de amores encendido, mientras todo mi espíritu te llama.
Y después no comprendo, en la locura, de este sueño de amor a que me entrego; si es que corre en mis venas sangre pura, o si en vez de la sangre corre fuego...
|
|
| | |