Detente, sombra de mi bien esquivo, imagen del hechizo que más quiero, bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias, atractivo, sirve mi pecho de obediente acero, ¿para que me enamoras lisonjero, si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes, satisfecho, de que triunfa de mí tu tiranía: que aunque dejas burlado el lazo estrecho
Que tu forma fantástica ceñía, poco importaba burlar lazos y pecho si te labra prisión mi fantasía.
D/A