El tema es que muchos de los que tienen sus casas hoy, tienen juntamente con ella, la dificultad de mantenerla. Sus ingresos apenas les permiten pagar los gastos y pasan necesidades financieras, limitaciones para poder dar para al Señor, y todo lo que usted sabe: no salen de vacaciones, se privan de tener un auto, de mandar a sus hijos a un mejor colegio, de practicar algún deporte, de renovar su guardarropa etc. Todo esto porque no tienen una entrada de dinero suficiente que se los permita hacer. Y ¿por qué? Porque creyeron que tener la casa era una inversión, un activo, algo que no es así. Una verdadera inversión produce ganancias y una casa hay que mantenerla, hay que poner dinero constantemente para poder seguir teniéndola. No me malentienda, tener la casa es bueno, pero a lo que quiero llegar es que Dios aconseja que prioricemos nuestras inversiones, todo lo que pueda darnos ganancia, por ejemplo, un negocio propio, y ese negocio nos proveerá para comprar la casa y poder mantenerla sin ningún problema. Si usted está a punto de casarse o tiene hijos, déle este consejo. Primero los negocios, luego la casa.
Así se evitará muchos dolores de cabezas futuros. Oración: Padre, dame la sabiduría para poder invertir y vivir en libertad financiera. Tú mismo dices que al que le falte sabiduría la pida, yo te la pido y te doy gracias. En el nombre de Jesús. Amén
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