Fluyendo en el perdón
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombre sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” Mateo 6:14 y 15
Cuando el amor del Señor está revelado en su interior por el Espíritu Santo y por su Palabra todo es mas facil.
Lamentablemente y por las experiencias cotidianas me he dado cuenta que hay personas que se quedan evaluando el amor de Dios en base a las circunstancias.
Pero usted no debe hacerlo.
Tiene que dejar fluir ese amor que hay en usted y la fe para que el perdón sea completo y no lleve ninguna carga ni de culpa, ni de condena para que esto lo pueda expresar de la misma manera sobre la vida de la gente.
Ame, perdone y olvide de la misma manera que Dios lo hizo con usted.
Eso es revelar el amor de Dios.
Porque si la gente va a conocer el amor de Dios lo va a hacer a través de su vida y de mi vida.
Entonces no se ponga a observar defectos, falta de virtud, circunstancias raras en la vida de la gente.
De lo que sí se tiene que ocupar es de crecer en el amor, esto hace que usted se renueve y renueve la vida de otros.
Tampoco se enrede en discordias porque ha llegado el tiempo de revelar la gloria de Dios en la tierra.
Si lo quiere hacer de verdad no puede andar envuelto en amargura, en resentimientos, en venganzas.
Respóndase algo: ¿Por qué ora por los enemigos? ¿Para que Dios los liquide? Me imagino que no.
Usted debe orar para que Dios haga una obra poderosa y se transformen en hijos de Dios, en amigos de la revelación en el Reino de Dios, en gente bendecida.
En el Reino el peor puede llegar a ser el mejor de todos.
Crea y desee que eso ocurra porque de esa manera estará revelando la gloria de Dios sobre la tierra al estar fluyendo en amor.
Recuerde que Dios no hace acepción de personas.
Dios mio, hoy me determino a caminar en tu amor y en tu perdón. Así como tú me perdonaste con tu amor incondicional y eterno, perdono a aquellos que me han herido o me han hecho mal, me han traicionado. También me comprometo a pedir perdón cuando yo sea la que se equivoca.
Gracias Papá. En el nombre de Jesús, amén.
Los bendigo Lidia
|