Guardar
""En mi corazón he guardado mis dichos para no pecar contra tí." Salmos 119:11 "
David la sabía bien larga. conocía muy bien el interior del corazón de las personas. En su vida, había visto como las personas cambian de forma de pensar y de actuar.
Sabía muy bien que las circunstancias modificaban las conductas. Que según quien estaba al lado, las personas modificaban su manera de ser y de pensar.
Cambiamos de normas según quien nos rodee. En el trabajo nunca hablamos de la santidad, porque los que nos rodean hablan de trampas, de mujeres, de mentiras, de salidas y de locuras.
En el colegio nunca hablamos de santidad, porque el grupo de amigos que frecuentamos solo habla de sexo, de drogas, de cigarrillos, de alcohol, de romper los límites, de excesos.
Tenemos el cerebro permanentemente taladrado con consignas que alientan al pecado. Todo lo que vemos, oímos y leemos son consignas para favorecer nuestra caída. La televisión, las revistas, la radio, las películas, siempre hablan de sexo, de alcohol y de pasarla bien.
Y contra toda esta corriente de supuesta libertad, el salmista vuelve a decirnos que hay solo una manera de no pecar. Hay una sola manera para vivir una vida limpia en medio de una sociedad sucia.
La única manera es hacer un compromiso diario con Dios para guardar Su Palabra en nuestro corazón. Es lo único que nos puede hacer evitar el pecado. Es el mejor profiláctico contra el descontrol
Tener la cabeza llena de Dios es la única manera de alejarnos del pecado. Pero esa es tu decisión.
Para guardarte de caer, tienes que estar lleno de Dios.
GRACIAS A A HERMANA SILVIA RODRIGUEZ POR EL FONDO
PEDRO PABLO