"Una vida no posesiva es una vida libre. Pero esta libertad solamente es posible cuando tenemos un sentimiento profundo de pertenecer. ¿A quién pertenecemos? Pertenecemos a Dios, y el Dios al que pertenecemos nos ha enviado al mundo para proclamar en su nombre que toda la creación ha sido hecha en y con amor, y que nos llama a la gratitud y el gozo. Eso es lo que significa una vida desapegada. Es una vida en la que somos libres para ofrecer nuestra alabanza y gratitud".