2- SUFRE CON VALOR Y REALISMO.
No niegues ni calles tu dolor y tu enojo,
ni aumentes tu sufrimiento imaginando lo malo
que aún no sucedió y tal vez nunca suceda.
La queja y el lamento tienen su valor como desahogo…
¡ En su medida!
El dolor sano, despierta tu capacidad de re-accionar,
y el enojo, la rabia, surgen para que afrontes la dificultad…
3- VALORA LA SITUACIÓN COMO UN DESAFÍO
Y UNA OPORTUNIDAD.
que va a destruirte. Míralos como un desafío
y una oportunidad para crecer,
para que seas más y mejor tú mismo.
4- APRENDE A PERDER SIN PERDERTE TÚ MISMO.
En la gran apuesta de la vida, lo importante no es ganar
o perder cosas, sino ganarte o perderte a ti mismo.
Perder “cosas”, “lo que tienes”,
puede ser doloroso, pero es una oportunidad
para que valores lo que eres,
un desafío a que te mires a ti mismo…
5- LUCHA CON VALENTÍA Y CON INTELIGENCIA.
Cuando los “ tiempos son malos”, la reacción sana
está en que luches para cambiar lo que se puede…
Ni rebelarte encaprichado, ni resignarte resentido
porque no todo es posible, te conducirá a salir ganando.
En la lucha creces tú como persona,
aunque no logres el objetivo de tu esfuerzo…
6- RECONOCE Y AGRADECE LO QUE TIENES.
Es de necio dejar de ver, de valorar y de disfrutar
lo que se tiene, para llorar y lamentar lo que no se tiene
o lo que se perdió.
Muchas veces nos hace bien perder algo de lo que tenemos,
para valorar mejor lo que somos y lo que aún nos queda…
7- MIRA A LOS OTROS Y AMA A TUS HERMANOS.
No dejes que el dolor, te encierre en ti mismo.
Si miras a tu alrededor, verás que honestas solo en el naufragio,
y comprenderás, que ayudando a otros a salvarse,
tú también llegas antes a la orilla.
No compares sólo “para arriba”…,
compara “para abajo,
mirando a los que tienen menos o perdieron más…
8- ESPERA CON PACIENCIA Y CON ESPERANZA.
No te impacientes como un niño que lo quiere “ todo y ya”.
Aprende a postergar, a contar con el tiempo.
Espera con paciencia.
Aprende a esperar con esperanza.
Y la esperanza más hermosa es la que nace
en las situaciones más desesperantes.
La esperanza, hecha carne en tu vida, te ayuda a vivir
de otra manera, a ser de otro modo…
La esperanza como el amor,
es un bien y un valor en sí misma,
un bien de la persona…
9- PERDONA, SI LOS HAY, A LOS CULPABLES DE TUS MALES.
No ganas nada, y pierdes el tiempo, buscando culpables
de tus males, en Dios, en los otros, en el destino.
El odio y el rencor envenenan el alma y paralizan
tu capacidad creativa para reaccionar sanamente
ante tus problemas, disminuyendo tus energías
y haciendo que eludas
o postergues encarar tu responsabilidad…
10- ORA A TU DIOS, SI LO TIENES.
Pero no lo hagas infantilmente, pidiéndole que venga
en tu auxilio con un milagro, resolviéndote
como a un niño los problemas.
Pídeles, creyendo que no viene como un mago, desde afuera,
sino que te sostiene desde adentro,
para que te juegues con responsabilidad ante la vida...
DE LA RED
03/23/2017