No ha sido la Reforma Constitucional que establece que el pago de la deuda es prioridad absoluta el último gran atropello del Gobierno del PSOE a cualquier vestigio de soberanía. Con el Parlamento ya disuelto, sin debate político, Zapatero ha dado un paso más en la larga lista de decisiones que, desde la Dictadura de Franco y pasando por los sucesivos gobiernos del PSOE y el PP, establecen una escalada ininterrumpida en la sumisión del Estado español y la hipoteca de su territorio al imperialismo de EE. UU.