La situación en Libia sigue siendo confusa. La OTAN y sus fuerzas mercenarias, a las cuales las grandes corporaciones mediáticas llaman rebeldes, ocuparon, ciertamente, las principales ciudades que están en la costa del Mediterráneo. Lo que está ocurriendo en el desierto, en las operaciones militares lanzadas sobre Sirte y Beni Wallid, nadie lo sabe. Hay un sospechoso silencio de los grandes medios sobre lo que allí pasa.