El llamado Directorio Democrático Cubano desarrolla activas acciones de provocación y recibe fondos para fortalecer su presencia en Europa y América Latina, especialmente, en México. Surgió a principios de la década de los años noventa del siglo XX, tiene orígenes en un evento conocido bajo el eufemismo de Congreso de Jóvenes Cubanos Libres, ya que sus auténticas raíces vienen del llamado Directorio Revolucionario Estudiantil, creado por la CIA. Sus gestores dijeron haber estado influidos por la desintegración del campo socialista europeo y las expectativas surgidas en el llamado “exilio cubano” en torno a la tan anhelada caída de la Revolución.