Con absoluta certeza puedo decir que el nombre de Luis Conte Agüero no le va a decir nada a la mayor parte de la población actual de Cuba, y mucho menos a sus jóvenes. Aquí, afortunadamente, es un desconocido, pero en Miami, donde ya lleva medio siglo de andanzas ante los micrófonos de las emisoras de radio y las cámaras de la televisión, si lo conocen bien, y no solo por su voz tronante o su discurso mentiroso y calumnioso, sino por haberse convertido en portavoz de la mafia terrorista y, de modo particular, de Luis Posada Carriles, uno de los autores intelectuales del crimen de Barbados.