Cuba ha sido y sigue siendo para una gran parte de mi generación, un desafío de orden ético contra los convencionalismos de la época.
Pero por encima de toda discusión, para nosotros, los dedicados al oficio periodístico, es claro que Cuba, la Cuba revolucionaria ha sido una víctima de la mayor manipulación informativa internacional que se conozca desde aquel 16 de abril de 1961, en que en nombre de los humildes, se declaró socialista.