Me atrevo a decir, para aquellos entre Ustedes que son Afro-Norteamericanos, no importa su clase social o sus ingresos, Ustedes no van a tener que pensar mucho para recordar que tienen un sobrino –y ahora mucho más — una sobrina– (sin mencionar un hijo o una hija) que, si no está en este momento en la cárcel, estuvo en el pasado en una del condado, del estado o en una prisión del sistema federal.