Tras la liberación de todos los disidentes pacíficos y parte de los violentos, el grueso de los prisioneros políticos que quedan en Cuba son los que retiene Estados Unidos en su base militar de Guantánamo, al oriente de la isla. Wikileaks, con arte de prestidigitador, sigue sacando del sombrero cables secretos y los últimos revelan las condiciones de los detenidos en una cárcel que Obama prometió cerrar en el plazo de un año pero que, 30 meses después, sigue funcionando.