El domingo 7 de mayo de 1961 en aguas al norte de Mariel, en La Habana, desde una lancha de la Marina de Guerra Revolucionaria con 17 marinos a bordo, bajo el mando del comandante Andrés González Lines, se comunicó con urgencia al Estado Mayor que presentaban problemas graves. Inmediatamente varias embarcaciones partieron en su apoyo, pero no encontraron rastros de la lancha ni de los náufragos. Ni siquiera una mancha de grasa. Todos los que se encontraban a bordo fueron reportados como desaparecidos.