Los hombres que ejecutaron a Bin Laden no actuaron por su cuenta: cumplían órdenes del Gobierno de Estados Unidos. Habían sido rigurosamente seleccionados y entrenados para misiones especiales. Se conoce que el Presidente de Estados Unidos puede, incluso, comunicarse con un soldado en combate.
Horas después de realizar la acción en la ciudad paquistaní de Abbottabad, sede de la más prestigiosa academia militar de ese país e importantes unidades de combate, la Casa Blanca ofreció a la opinión mundial una versión cuidadosamente elaborada sobre la muerte del jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden.