El británico Guillermo por supuesto que sí. El que se abstuvo fue el de Bahrein, Salman bin Hamad al Khalifa, uno de los 40 monarcas convidados: pretextó que la situación interna del país no le permitía asistir, aunque no aclaró que la ha creado él mismo. Lo cierto es que la pareja real padeció manifestaciones y la crítica de varios medios ingleses por invitar al príncipe bahreinita, vicecomandante supremo de las fuerzas armadas y maestro en reprimir a sus connacionales. Claro que, en este caso, como en el de Siria, difícilmente la ONU autorizará una intervención militar “para proteger a los civiles”.