Después de un juicio de 13 semanas lleno de testimonios conflictivos de 33 testigos, a un jurado en El Paso, Texas, le tomó solamente dos hora y 57 minutos llegar a la conclusión de que Posada – el supuesto cerebro del atentado a un avión de Cubana de Aviación en 1976 que asesinó a las 73 personas que iban a bordo; el organizador confeso de la campaña de atentados con bombas a hoteles de la Habana en 1997 que asesinó a un hombre de negocios italiano-canadiense; y un criminal ya declarado culpable de un intento fallido en el año 2000 de asesinar al Presidente cubano Fidel Castro en Panamá – era inocente.