Con la llegada al poder de los republicanos en Estados Unidos y con ellos las corrientes políticas más conservadoras, el terrorismo de Estado ocupó su lugar más descarnado. El 20 de enero de 1981 Ronald Reagan asumió la presidencia de los Estados Unidos. El neoconservadurismo se apoderó del poder en ese país y se incrementaron aún más las agresiones contra Cuba, no sólo por medio de los actos de terror realizados desde 1959, sino en acciones de envergadura con la decisión política de la Casa Blanca.