Resulta entonces que tanta ONU, tanto Consejo de Seguridad, tanta OTAN, tanto tratado internacional, tanto Tribunal de la Haya, son coartadas para que los poderosos saqueen a los débiles. Sucede pues que tanta libertad de expresión, tanto Nobel de la Paz, tanta cultura funcionan como pretextos para matar en nombre del humanismo, llamar agresor a quien se defiende y bombardear a las víctimas para salvarlas.