Pero soy de los que piensa que, en el arte y en la vida, ningún espacio, ninguna actitud, ninguna forma de expresión es exclusiva de nadie. Los temas, las actitudes y las formas de expresión son libres de edad, género, color: son absolutamente libres. Y ha sido una característica del cine cubano del ICAIC el frecuente abordaje -algunas veces más, algunas veces menos- de los argumentos más problemáticos, atrevidos y audaces con independencia de la edad y otras características de sus cineastas.