El uso de aviones de guerra por el gobierno de Libia se ha convertido en una tema altamente emotivo, pero contrariamente a lo que afirman algunos en el movimiento de protesta, hay poca evidencia para poder demostrar que los civiles son deliberadamente un objetivo. Todos los ataques con bombas y misiles -con la excepción de uno cerca de los departamentos en Ras Lanuf- fueron apuntados a lugares alejados de grandes reuniones.