“Yo vivo de preguntar”, dice el trovador desde la sabiduría insondable y popular del escaramujo en esa canción que, para asombro y maravilla de muchos, es coreada/cantada por los más diversos públicos -de nuestra Isla y de otros rincones del mundo. Así pudimos confirmarlo nuevamente cuando Silvio y sus invitados llegaron al barrio de Atarés la semana pasada para continuar su recorrido por esas zonas de La Habana profunda.