La masacre de Tucson brindó a los medios y a los políticos semanas de combustible para sus charlatanerías. El tiroteo de Tucson sirvió de tapadera temporal para temas más importantes y peores villanos-como los banqueros que han adoptado nuevamente sus posiciones de Scrooge, preparándose para recuperar una cifra récord de viviendas en 2001. Quizás este conocimiento provoque que los norteamericanos propietarios de armas de fuego se unan en contra de los bancos.