Se dice con frecuencia que en las vacaciones de Navidad recesa la lucha de clases en América Latina. Pero eso está muy lejos de ser así y la prueba está en la nueva huelga de los estudiantes universitarios de Puerto Rico en vísperas de la mayor fiesta de la cristiandad. Allí está a punto de ocurrir una tragedia si no se logra presionar al gobernador bushista Luis Fortuño para que cambie su bárbara conducta contra la comunidad universitaria, que ha llevado últimamente a la ocupación policial de los recintos de educación superior y a la reiteración, con saña inaudita, de salvajes actos de represión contra el estudiantado.