La sociedad cubana está expuesta desde hace más de cinco décadas a una agresión ideológica desde EE.UU., donde sucesivas administraciones se han propuesto derrocar la Revolución socavando los principios y valores sobre los cuales se erige y se sostiene el proceso socialista. Si alguien pensó que esa intención fue enterrada con el llamado “fin de la guerra fría”, las más recientes filtraciones de WikiLeaks confirman su plena actualidad.